Mientras los altos mandos de la seguridad en Aguascalientes se enfrascan en declaraciones sobre la existencia o no de narcolaboratorios, la realidad es que el Estado es un territorio donde la droga corre al por mayor.
Y las declaraciones seguirán, Gobiernos tras Gobiernos, defendiendo el actuar de sus instituciones, lo único cierto es que toda la Entidad está inundada de estupefacientes.
No hay día que en la nota roja de los diarios y desde hace mucho tiempo, no se publique desde el aseguramiento de grandes cargamentos de narcóticos hasta la detención de distribuidores de droga de poca monta.
Hoy es un sujeto que traía kilos de marihuana y decenas de dosis de “crystal”, que traducido en dinero es un dineral para los grandes capos del narcotráfico; mañana será un humilde hombre, mujer o hasta adolescente que ofrezca su mercancía barata al mejor postor.
Y es que la droga corre en todos los estratos, desde los humildes, en la mayoría de barrios populosos, como en las más altas zonas de la ciudad. Lo único que cambia, seguramente, es la cantidad y calidad, pues no es lo mismo comprar una “cebollita” que una dosis de metanfetamina.
Narcolaboratorios, antros, bares y no pocas casas donde se vende al narcomenudeo han sido “reventados” por las autoridades, pero la gran mayoría de detenidos logra librar las condenas por chicanas legales.
La creatividad para la portación es tema aparte, pues se han logrado aseguramientos de narcóticos en camiones de pasajeros, en mochilas, entre las ropas de los vendedores, en peluches, en comida, y así le podemos seguir.
Y de la mano al auge del narco, en la Entidad se han disparado los hechos delictivos, pues para conseguir dinero para su vicio los adictos roban en sus propias casas, a terceros, cometen cristalazos y párenle de contar, pero también van al alza los crímenes de alto impacto, pues las masacres cometidas a lo largo y ancho del país son propiciadas muchas veces por los narcóticos, pues sólo así se podría explicar el asesinar a sangre fría a rivales pero también a muchísima gente inocente que está en el lugar y momento equivocados.
Y lamentablemente este vicio arraigado entre la sociedad de Aguascalientes, si no se logra contener, pegará directamente en el núcleo más importante que es la familia, pues cuando entra el vicio por la puerta de la casa ya es un problema que atañe a todo el círculo.
Y para medio paliar este severo problema hay centros de desintoxicación serios, pero también hay anexos donde a golpes y demás castigos corporales se intenta quitar de tajo las adicciones.
La voz de alerta se da desde hace mucho tiempo y si no se logra atajar entre la sociedad de Aguascalientes, lo vamos a lamentar.
Así pues, declaraciones van y vienen, pero lo único cierto es que tenemos en nuestras manos, a nivel personal, la solución, al decir no a las drogas, pues ya se sabe, que con narcolaboratorios o sin ellos, el problema es que existen por la lamentable demanda de enervantes.