Lo que se ve, no se pregunta, y por lo que se está viendo actualmente, al gobernador está a punto de estallarle una bomba por algo que a todas luces es ilegal.
Lo que pretende hacer a un poco más de dos meses de dejar el cargo, tiene todos los focos rojos de un problema de gran magnitud, pues sólo a él se le ocurre apropiarse de una inmensidad de terreno de un área natural protegida, la única reserva que tiene el Estado.
Cambiar el uso de suelo de la Sierra Fría para venderla al mejor postor tiene muchas preguntas y muy pocas respuestas. ¿A quién se le ocurre de forestar la Sierra Fría para convertirla en un proyecto turístico y habitacional? Pues nada más al hombre que todavía ejerce el poder porque literal, quiere y puede, aunque en su objetivo haya un cúmulo de irregularidades.
Y ante semejante idea surgen tantas preguntas: ¿Quién o quiénes son los beneficiados? ¿A qué costo? ¿Quién autorizó la deforestación? ¿Quién a largo plazo recibirá los dividendos de un proyecto irregular pero bastante atractivo?
Si esto que se ve ilegal tendrá perjudicados, el primero de ellos tendría que ser el nuevo Gobierno, porque le están heredando una bomba de tiempo.
No se aprenden las lecciones y los ejemplos, pues por hacer cosas buenas que parecen malas, o viceversa, es que a un ex-mandatario de este Estado le están pisando los talones para que se presente ante la justicia y resuelva sus pendientes. Pero no es el único, es uno de tantos ex-gobernadores que han tenido problemas legales por mala administración y varios de ellos ya están tras las rejas. Que quede claro, no suponemos, deseamos, ni auguramos nada, pero las cosas se tienen que hacer derechas, si no perdería el sentido de gobernar para todos.
De lo ecológico ni hablamos, porque de por sí el mundo está como está porque a estas alturas no hemos sabido honrar ni respetar a la madre naturaleza, imagínese si deforestan este enorme pulmón las consecuencias, para mal, que padecerían los aguascalentenses.
Guardando toda proporción, ¿cuál sería la diferencia de este ecocidio con el que se está realizando en el sureste del país para construir el Tren Maya? Pues literal, ninguno, porque se está acabando con la reserva natural de un país.
Por lo pronto, a las autoridades no les será fácil concretar este absurdo, porque los afectados, que son muchos, ya pusieron manos a la obra y hay hasta demandas y amparos, y no se dejarán y utilizarán todos los recursos legales que tengan a la mano para que esto no avance más.
Al gobernador le queda muy poco tiempo para entregar la administración y debería tener en cuenta lo que otras veces hemos comentado, ni el puesto, ni el fuero duran para siempre.
Dicen, piensa mal y acertarás, pero esto no es una adivinanza sino un acto a todas luces ilegal que si no se le pone freno, de inmediato tendrá graves consecuencias y como siempre la más afectada sera la población en su conjunto, porque acabarían con una gran cantidad de reserva natural, el pulmón del Estado y que sin él toda la sociedad la llevará.
Aún se está a tiempo de detener esta masacre, ecológica, pero masacre al fin y al cabo.