Nueva York, 18 may (EFE).- Las autoridades estadounidenses anunciaron este lunes que iniciaron un proceso para incautar una antigua tablilla cuneiforme en la que está inscrita parte de la epopeya sumeria de Gilgamesh, considerada una de las piezas de literatura más antiguas del mundo, que había sido adquirido por una empresa para su exposición en un museo privado de Washington.
La pieza había sido comprada en 2014 por 1,6 millones de dólares por la compañía Hobby Lobby, cuyo presidente ha fundado el polémico Museo de la Biblia, donde debía ser expuesto.
El artículo fue adquirido de una casa de subastas que después se supo había mentido sobre su procedencia, informó en un comunicado la fiscalía del distrito este de Nueva York.
Hobby Lobby, con base en Oklahoma, recibió una multa de 3 millones de dólares en 2017 después de que las autoridades federales señalaran que había comprado miles de artefactos para el Museo de la Biblia de Washington que habían sido extraídos ilegalmente de Irak
Documentos judiciales presentados este lunes señalan que la tablilla, una de las 12 que existen en las que está escrita la epopeya de Gilgamesh, fue descubierta en 1853 en unas ruinas asirias en la zona norte de Irak.
Hobby Lobby compró la pieza de una casa de subastas que no ha sido identificada, la cual aseguró a la empresa que la antigüedad había sido comprada «mucho antes» de 1981 en San Francisco. Sin embargo, en realidad había sido adquirida en 2003 en Londres por un comerciante de antigüedades, y tras ser importada a EEUU y limpiada, fue reconocida como una de las piezas de Gilgamesh.
En 2007, este comerciante la vendió con información falsa sobre su procedencia, y más tarde llegó a la casa de subastas.
«Cuando propiedad cultural que ha sido robada es enconrada en este país. el gobierno de EEUU hace todo lo que puede para preservar la herencia devolviendo estos objetos a donde corresponden», afirmó en un comunicado el fidcal del distrito este de Nueva York, Richard Donoghue.
«En este caso, una importante casa de subastas no cumplió con sus obligaciones minimizando la preocupación sobre el hecho de que la procedencia del artefacto iraquí había sido inventada, y no facilitó esa información al comprador», agregó.