México, 21 oct (EFE).- El Departamento de Justicia de Estados Unidos prefirió esperar y aguantar 14 meses para ejecutar una orden de captura contra el exsecretario mexicano de Defensa, Salvador Cienfuegos, que pedir la intervención de la Fiscalía General de la República (FGR) de México, consideró este miércoles un especialista.
Además, dijo que la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en sus siglas en inglés), a cargo de la detención de Cienfuegos el pasado jueves en Estados Unidos, asumió los riesgos diplomáticos y los costos que provocarían en su relación con el Gobierno mexicano.
«Los mecanismos actuales de cooperación bilateral en materia de seguridad están rotos y completamente rebasados», dijo Carlos Pérez Ricart, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en Ciudad de México
«Ante ello el Departamento de Justicia prefirió aguantar 14 meses una orden de captura que acudir a un proceso de extradición o pedir a la FGR que abriera su propia investigación», consideró.
El experto añadió que ese hubiera sido «un caso inverosímil» en el actual contexto de impunidad que se vive México.
Durante su participación en la sesión «La DEA y Cienfuegos» parte de un seminario sobre violencia y paz del Colegio de México, Pérez Ricart dijo que con la detención de Cienfuegos «Estados Unidos, y en particular la DEA, dieron un paso radical en la agenda bilateral».
Y con esta acción, dijeron: «Como no confío en ti (México) te dejo de tratar como país amigo o principal socio comercial y te empiezo a tratar como un país ‘bananero'».
Muy crítico, el especialista dijo que las agencias de narcóticos «pueden llegar a tomar decisiones tremendamente unilaterales y agresivas cuando no ven desde su perspectiva una alternativa».
«(Las agencias) asumieron el riesgo diplomático y el costo de los posibles desencuentros» con sus pares en otros países, añadió.
En el mismo encuentro, Raúl Benítez Manaut, profesor-investigador por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que en México existe una ausencia de rendiciones de cuentas y de mecanismos de transparencia y por ello, el país vive un cáncer político.
«Son ficticios los mecanismos existentes de observancia ciudadana, política y del Congreso para vigilar las actividades, estrategias y finanzas de los altos funcionarios de la administración pública, y no solo los militares», apuntó.
EL FUTURO DE CIENFUEGOS
Este martes, la Justicia de Estados Unidos negó conceder la libertad bajo fianza a Cienfuegos, por miedo a que escape del país para evitar continuar con el proceso judicial en su contra por sus lazos con el narcotráfico.
En la segunda audiencia contra Cienfuegos, que fue retransmitida públicamente y a través de la aplicación Zoom, se argumentó que dado «el historial y las características» del exministro mexicano, junto con «las pruebas presentadas ante la corte», el general debería permanecer detenido.
El que fuese ministro de Defensa del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue acusado el pasado viernes de narcotráfico y blanqueo de dinero, horas después de ser detenido en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Los crímenes, según la acusación, se cometieron entre 2015 a 2017, cuando Cienfuegos estaba al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional de México.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha mostrado recientemente crítico con la injerencia de la DEA en asuntos internos.