México, 3 jul (EFE).- El encargado de Negocios de la Embajada estadounidense en México, John Creamer, refrendó este miércoles la «amistad» de Estados Unidos con el país latinoamericano, que cerrará este año como su principal socio comercial.
«Son casi 200 años de lazos históricos y diplomáticos entre ambos países y continuamos en esta gran línea de amistad», dijo el funcionario en el acto de conmemoración de los 243 años de independencia de Estados Unidos celebrado en la capital mexicana.
Creamer añadió que espera poder recibir «pronto» al nuevo embajador de Estados Unidos en México, un puesto que permanece vacante desde que Roberta Jacobson renunció en mayo de 2018.
«Los vínculos geográficos, económicos y culturales entre los dos países son perdurables e imprescindibles para el beneficio de los dos pueblos», dijo el funcionario tras la interpretación de los himnos de México y de Estados Unidos.
Sobre todo, destacó que ambos países están «profundizando» sus lazos económicos hasta tal punto que México se convertirá este año en el «mayor socio comercial» de Estados Unidos.
«Estados Unidos ve en México un gran lugar para invertir y hacer negocios», sostuvo Creamer.
Además, reivindicó que Estados Unidos «cree en la relación bilateral» y, por eso, «está fortaleciendo su presencia diplomática en todo el país».
El Gobierno estadounidense ha invertido cerca de tres millones de dólares en la construcción de edificios consulares en Guadalajara, Nogales, Hermosillo, Nuevo Laredo y Matamoros, además de una nueva embajada en Ciudad de México.
«Será una de las más grandes que tengamos en el mundo y una de las más bellas», expresó.
Destacó que su frontera común, con 3.000 kilómetros, es la «más larga del mundo, una de las más transitadas del mundo y una zona económica dinámica que beneficia a ambos países».
Y recordó que en Estados Unidos viven cerca de 36 millones de personas de origen mexicano, sobre todo en Nuevo México, Texas y California, que «ha enriquecido la cultura y la economía de todos los Estados Unidos».
Puso como ejemplo el caso de los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, quienes han conquistado Hollywood estos últimos años.
El tono conciliador de Creamer contrasta con el del presidente estadounidense Donald Trump, quien durante los últimos meses ha intensificado las críticas contra México por la presencia de caravanas migrantes dirigidas hacia Estados Unidos.
Desde octubre de 2018, se intensificó el flujo de miles de migrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica que atraviesan México con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
A raíz de este éxodo, Trump anunció a finales de mayo la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos como castigo por no frenar la migración.
Pero el 7 de junio se llegó a un acuerdo «in extremis» para evitar los aranceles que se ha traducido en el despliegue de miles efectivos de la nueva Guardia Nacional en la frontera sur y norte para controlar el fenómeno migratorio.
Además, México aceptó acoger en su territorio a aquellos migrantes que esperan resolver su solicitud de asilo en Estados Unidos.
El Gobierno mexicano ha intentado que esta crisis diplomática no afecte al proceso de ratificación del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pendiente de aprobación en los congresos de Washigton y Ottawa.