Saná, 3 feb (EFE).- En medio de la creciente escalada en Oriente Medio tras los bombardeos de Estados Unidos en Siria e Irak, Washington y el Reino Unido lanzaron hoy una nueva operación a gran escala contra 13 zonas del Yemen controladas por los rebeldes hutíes en represalia por sus ataques contra la navegación en el mar Rojo.
De acuerdo con el Comando Central de EE.UU. (Centcom), Washington y Londres -con el apoyo de Australia, Bahrein, Canadá, Dinamarca, los Países Bajos y Nueva Zelanda- bombardearon un total de 39 objetivos de los hutíes repartidos en 13 zonas en el Yemen, donde los insurgentes controlan gran parte del noroeste y centro del país.
Los ataques apuntaron contra varias posiciones en la capital, Saná, según pudo constatar EFE, mientras que la televisión Al Masira indicó que otras cinco provincias del Yemen fueron bombardeadas: Hajjah (noroeste), Dhamar (este), Al Bayda (centro), Taiz (suroeste) y Al Hudeida, a orillas del mar Rojo.
Nueva operación a gran escala
Esta sería la tercera operación conjunta estadounidense y británica desde que ambos países atacaran el Yemen por primera vez el 12 de enero, aunque Washington en solitario ha efectuado diversos bombardeos en las últimas semanas contra puntos de lanzamiento de misiles y drones de los hutíes.
Sin embargo, los insurgentes aseguran que estas operaciones no están afectando sus capacidades militares e incluso han intensificado sus ataques contra navíos mercantes y buques de guerra desde entonces.
Y es que varios analistas se han mostrado escépticos sobre la efectividad de los bombardeos contra los hutíes, que han resistido casi una década de campañas aéreas de la coalición militar liderada por Arabia Saudí que interviene en la guerra del Yemen desde 2015.
Esta vez, los objetivos atacados fueron «múltiples instalaciones de almacenamiento subterráneo, comando y control, sistemas de misiles, sitios de operaciones y almacenamiento de vehículos aéreos no tripulados, radares y helicópteros», de acuerdo con el CENTCOM.
Las fuerzas EE.UU. insistieron en que estas acciones tienen como finalidad «degradar las capacidades de los hutíes utilizadas para continuar con sus ataques imprudente e ilegales contra barcos estadounidenses y británicos, así como contra el transporte marítimo comercial en el mar Rojo, el estrecho de Bab al Mandel y el golfo de Adén».
Los hutíes prometen responder
Ante esta nueva operación, el oficial hutí Naser al Din Amer advirtió en su cuenta de X que los insurgentes responderán a los bombardeos de Washington y de Londres hasta que se cumplan sus demandas.
«O cesa la agresión contra Gaza o habrá una guerra hasta el día del juicio final», amenazó el responsable de los rebeldes, que recientemente han sido clasificados por EE.UU. como organización terrorista.
Los bombardeos estadounidenses y británicos contra posiciones hutíes en el Yemen comenzaron en respuesta a los ataques que los insurgentes llevan realizando de forma casi diaria desde el pasado 19 de noviembre contra buques comerciales en el mar Rojo, por donde navega alrededor del 15 % del comercio marítimo mundial.
Desde entonces, los insurgentes han declarado una «guerra abierta» a EE.UU. y el Reino Unido y organizan manifestaciones multitudinarias semanales en todo el país para condenar los ataques de estos países, a los que acusan de «agresores» y «colonizadores».
Máxima tensión en Oriente Medio
La nueva campaña contra el Yemen tiene lugar un día después de que EE.UU. bombardeara posiciones de las milicias proiraníes en Irak y Siria, unos ataques que según el Gobierno iraquí y la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos han dejado 45 muertos en ambos países.
La acción, en represalia por la muerte de tres soldados estadounidenses el domingo en Jordania en un ataque con dron de esas milicias, ha desatado los temores en Oriente Medio de que la guerra de la Franja de Gaza se expanda, algo que según Bagdad y Damasco podría tener «consecuencias devastadoras» para toda la región.
Precisamente, el Ministerio de Exteriores de los hutíes condenó estos ataques, y advirtió de que las operaciones en Siria, Irak y el Yemen «demuestran claramente que Estados Unidos es la verdadera amenaza a la paz y seguridad internacionales».
Los hutíes, junto con las milicias proiraníes de Irak, el grupo chií libanés Hizbulá y los movimientos palestinos Hamás y Yihad Islámica, forman parte de la alianza informal Eje de la Resistencia, capitaneada por Irán y profundamente antiisraelí y antiestadounidense.