Un automovilista que iba armado con un rifle fue ejecutado a balazos tras ser perseguido por unos sicarios que viajaban en una motocicleta y dos camionetas por una calle de terracería en territorio del municipio de Jesús María la tarde de este sábado.
Luis Antonio Ramírez Velázquez, de 32 años de edad, fue privado de la vida mientras conducía su Chevrolet, de modelo reciente, en color blanco.
Su homicidio se consumó minutos antes de las dos de la tarde en la calle Francisco Javier Ruiz Esparza, que comunica las comunidades La Concepción, San Francisco de los Romo, y El Maguey, Jesús María.
El treintañero circulaba de manera normal cuando de pronto comenzó a ser perseguido por los sicarios, que por su parte viajaban en dos camionetas, en colores negro y rojo, así como en una motocicleta.
Al darle alcance le dispararon en repetidas ocasiones para acabar con su vida.
Los proyectiles hicieron blanco en el cuerpo de Luis Antonio, que perdió el control del volante y el automóvil se salió del camino de terracería hacia el lado derecho e impactó una cerca de alambre de púas, donde finalmente detuvo su marcha.
Los ejecutores se dieron a la fuga en las tres unidades en que viajaban y posteriormente los servicios de emergencia recibieron reportes sobre la agresión armada.
Oficiales de las Policía Estatal y Municipales de Jesús María y San Francisco de los Romo se trasladaron al lugar así como paramédicos, que revisaron al agredido y verificaron que ya no presentaba signos vitales.
El escenario de la ejecución fue resguardado y momentos más tarde arribaron agentes de la Policía de Investigación, que quedaron a cargo de las indagatorias.
Elementos de la Dirección General de Investigación Pericial procesaron el lugar y del interior del Chevrolet blanco extrajeron un rifle en color negro, una tabla, que al parecer era utilizada para golpear gente, y 5 mil pesos en efectivo.
Durante las diligencias, al lugar de los hechos llegaron la mamá y un hermano de Luis Antonio, que lo identificaron plenamente y ante las autoridades señalaron que sospechaban que en cualquier momento lo iban a matar por “andar en cosas malas”, sin entrar en más detalles.
Al término de las diligencias, el cadáver fue trasladado a Servicios Periciales para la práctica de la necropsia en el Laboratorio de Medicina Legal y Forense.