“No es para presumir, pero en el peor momento contamos con el mejor Gobierno”. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
En repetidas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que México es un “ejemplo mundial” de cómo enfrentar la pandemia y la crisis económica. Lo reiteró en su Segundo Informe de Gobierno del lunes y añadió que, “aun con la debacle, fue menor el daño que nos causó la crisis económica que nos está afectando, que lo que se está registrando en otros países como Italia, España, Francia y Reino Unido”.
Yo tengo otros datos. México no sólo no es un ejemplo mundial en estos tiempos del Covid, sino que es uno de los países con peores resultados en muertes y desempeño económico. El trabajo de Joe Hasel de “Our World in Data” permite una comparación objetiva de la respuesta de un amplio grupo de países a la doble crisis (https://ourworldindata.org/covid-health-economy).
Quizá México no sea el peor país del mundo en esta respuesta, pero se encuentra casi en el fondo de las comparaciones internacionales. El 30 de agosto registrábamos 498.88 muertes por millón de habitantes y una contracción económica de 19 por ciento (segundo trimestre contra mismo trimestre del año anterior). Las cifras eran muy similares a las de Francia, con 468.83 muertes y una caída también de 19 por ciento. Sólo tenían un peor desempeño el Reino Unido, con 611.29 muertes y una caída de 21.7 por ciento; España, con 620.49 muertes y una contracción de 22.1 por ciento; y Perú, con 867.62 muertes y un desplome productivo de 30.2 por ciento.
Los verdaderos ejemplos no somos nosotros, sino países como Taiwán, con 0.29 muertes por cada millón de habitantes y una contracción de 0.6 por ciento; Corea del Sur, con 6.3 muertes y una baja económica de 3 por ciento; o Lituania, con 31.59 muertes y una contracción de 3.7 por ciento.
Los países que mejor han contenido la pandemia no son los que han ordenado confinamientos forzosos. Italia, España y Francia, que los impusieron, se encuentran, junto con México, entre los que tienen peores resultados, tanto en muertes como en contracción económica. Taiwán y Corea del Sur no cerraron sus economías, sino que concentraron sus esfuerzos en hacer pruebas y aislar contagios, así como en el uso de mascarillas, que es parte ya de su cultura. Los dos aplicaron medidas de apoyo fiscal a empresas y personas. Lituania sí impuso una cuarentena, que duró del 16 de marzo hasta el 17 de junio, y entregó apoyos a empresas y trabajadores. En México se impuso un confinamiento parcial que paralizó la economía sin contener los contagios, se hicieron muy pocas pruebas, se desaconsejó el uso de mascarillas y no se apoyó a las empresas, aunque sí se han mantenido los programas sociales a personas.
La pandemia sorprendió a todos. Muchos países aplicaron políticas que no tuvieron los mejores resultados y en algunos casos han rectificado. En México, el Presidente afirma que “estamos enfrentando la crisis económica provocada por la pandemia con una fórmula distinta, peculiar, heterodoxa, diría única en el mundo”. “Todos los apoyos y créditos se entregan de manera directa”, a los beneficiarios de sus programas sociales, “para reactivar la economía de abajo hacia arriba”.
Es un experimento interesante y habrá que medir sus resultados finales. De momento, sin embargo, lejos de convertirnos en un ejemplo mundial, nos ha colocado en los últimos lugares por la eficacia de nuestra respuesta a la doble crisis.
ENALTECIDO
López Obrador tiene una visión enaltecida de sí mismo. Él mismo ha dicho que es el Presidente mexicano más atacado desde Madero o el segundo más popular del mundo, pero nadie conoce los estudios en que se basan sus afirmaciones. La revista británica The Economist, en cambio, comentaba el 16 de abril que es “uno de los pocos líderes internacionales cuya aprobación ha bajado durante la pandemia”.
Twitter: @SergioSarmiento