CIUDAD DE MÉXICO, marzo 7 (EL UNIVERSAL).- El Ejército mexicano habría espiado con el programa «Pegasus» al defensor de derechos humanos, Raymundo Ramos, así como a dos periodistas en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador al menos en una ocasión.
De acuerdo con una investigación realizada por la Red de Defensa de los Derechos Digitales (R3D), «Artículo 19», «SocialTic», «Animal Político», «Aristegui Noticias» y «Proceso», el programa habría sido utilizado, entre 2019 y 2021, en contra del defensor de derechos humanos de Nuevo Laredo, quien fue blanco de seguimiento por parte del Centro Militar de Inteligencia (CMI) que esta bajo el mando directo del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
A través de una tarjeta informativa, elaborada por la inteligencia militar, el pasado 2 de septiembre de 2020 bajo el nombre «Actividades Raymundo Ramos», se expone la intervención telefónica de Ramos por parte del CMI en la que sostuvo conversaciones con periodistas de EL UNIVERSAL, Televisa y «El País», entre el 16 de agosto y el 26 de agosto, fechas que coinciden con los ataques registraros por «Pegasus», según un análisis de Citizen Lab, un instituto de investigación en la Universidad de Toronto.
El reporte de inteligencia militar número 2001-1661, fue hallado entre los millones de archivos de la Sedena que fueron hackeados por el grupo Guacamaya en octubre del año pasado.
El informe secreto, indicó que los motivos de esta intervención se deben a que el Ejército dice que Raymundo Ramos trabaja para el «Cártel del Noreste», aunque no ofrece evidencia alguna y solo describe sus comunicaciones privadas con víctimas y periodistas.
Estas irregularidades muestran que el objetivo del espionaje a Raymundo Ramos y los periodistas con los que se comunicaba fue interferir ilegalmente en las investigaciones acerca de los abusos militares del 3 de julio de 2020.
Los nuevos hallazgos filtrados por el colectivo Guacamaya se suman a una serie de evidencias que detallan que la Sedena utilizó el programa de espionaje que legalmente no puede operar en el país.
En tanto, el Poder Judicial de la Federación ha confirmado que no existe registro de ninguna autorización judicial para intervenir las comunicaciones privadas de Ramos.
—Ejército investiga a activista por caso de Nuevo Laredo
Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, ha acompañado casos de violaciones a derechos humanos desde hace 20 años, sobre todo a raíz de la llamada «guerra contra el narco» emprendida por Felipe Calderón.
La más reciente situación ocurrió el 26 de febrero pasado, cuando siete jóvenes fueron atacados por militares y cinco de ellos murieron; Ramos también acompaña este caso.
Ramos ha estado bajo el ojo político por su acompañamiento en casos de violaciones de derechos humanos y denuncias que involucran a soldados del Ejército mexicano que habrían acribillado a personas inocentes en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Los documentos revelados contradicen las declaraciones del presidente de la república López Obrador, quien prometió en su gestión no llevar a cabo este tipo de vigilancia «inmoral».
El documento remata con un apartado de «recomendación», donde sugiere que «este producto de inteligencia se proporcione con carácter de confidencial a la Policía Ministerial Militar para que sirva como elemento de juicio para su investigación, sin agregarse a la carpeta de investigación», según se lee en reporte elaborado por el entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Homero Mendoza Ruiz.
Con todo lo anterior se confirmaría el espionaje por parte del gobierno de la 4T, perpetrado por el Ejército en contra de un defensor de derechos humanos.
El sistema de espionaje Pegasus es capaz de extraer grandes cantidades de información de un dispositivo digital sin ninguna alerta previa: textos, llamadas telefónicas, contactos, imágenes, incluso su ubicación.
En el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto se utilizó el «Servicio de Monitoreo Remoto de Información» -que también uso la Sedena- para para adquirir licencias del programa espía «Pegasus» a través de la empresa Proyectos y Diseños VME S.A. de C.V, el cual fue utilizado por NSO Group para comercializar licencias de Pegasus ante la PGR y el CISEN.
El oficio secreto del Centro Militar de Inteligencia fue revisado y aprobado por el general Homero Mendoza Ruiz, quien en ese momento era titular del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN); por Conrado Bruno Pérez Esparza, titular de la Subjefatura de Inteligencia del EMDN, y por Gerardo Becerra López, el entonces director del CMI.
«A pesar de todas las pruebas, el Ejército sigue negándose a colaborar con las investigaciones de la Fiscalía General de la República sobre el espionaje con ‘Pegasus'».