CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 4 (EL UNIVERSAL).-
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, manifestó que el tráfico de armas es un problema grande en su nación y reconoció que 70% de las armas que llegan a México, proviene de su país.
«Para confrontar, combatir este tráfico de armas necesitamos trabajarlo como socio, también el presidente Andrés Manuel López Obrador lo dice, que ese es parte del reto de seguridad (…) entonces lo trabajamos como socios», aseveró durante la inauguración de la Mesa Redonda Retos y Mejores Prácticas con el Combate al Tráfico de Armas México y Estados Unidos.
Abundó que van a hacer «lo máximo» para que no lleguen las armas a México, pero se requiere inversión también para tener una frontera más segura, con tecnología para que se puedan descubrir antes de que crucen la frontera.
«Se tienen que llevar las investigaciones en las judicializaciones contra los delincuentes que usan esas armas, esas organizaciones criminales operan de aquel lado de la frontera en los Estados Unidos», expresó.
Recordó que las sociedades de Estados Unidos y México luchan todos los días para la seguridad y se conoce muy bien que un pueblo no puede tener una democracia fuerte si no logra la seguridad.
«Eso lo reconoció muy bien el presidente Roosevelt en 1947, cuando habló después de la Guerra Mundial, habló de las libertades, de la democracia… una era el derecho del pueblo a vivir sin miedo, de vivir tranquilo.
«Sabemos que ahora el 2023, de los dos lados de la frontera en Estados Unidos también acá en México que, todavía nos falta mucho trabajo qué hacer, pero como conocemos esa realidad, que hay mucho trabajo que hacer», remarcó ante funcionarios estadounidenses y mexicanos.
Recordó que, por primera vez en la historia en los 200 años de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México, se reconoce que este trabajo lo van a hacer como socios: «No es problema nomás de los Estados Unidos o nomás de México, es un problema que lo tenemos que trabajar».
En su intervención, el titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República, Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, llamó a mejorar el registro de las armas aseguradas y reconoció que es un pendiente documentar la huella balística.
«Nos quejamos mucho de la introducción de armas de fuego a México, pero poco hacemos en algunos estados. Otros hacen mucho en investigar la huella balística para poder determinar dónde fue utilizada esa arma de fuego y con cuántos eventos la tenemos relacionada, esa es nuestra responsabilidad, sigamos compartiendo la información, sigamos utilizando las herramientas y acerquémonos y trabajemos juntos», enfatizó.
En su intervención Cristina Planter, directora general de Asuntos Políticos e Institucionales para América del Norte, comentó que se aseguraron 47 mil 481 armas de fuego y añadió que es 65% más respecto a lo asegurado en el sexenio pasado.
Precisó que, de las armas confiscadas, 650 son de alto calibre, principalmente calibre .50, capaces de penetrar blindajes.