CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 30 (EL UNIVERSAL).-
Debido al uso de fuegos pirotécnicos, la manipulación de llamas para encenderlos o la cercanía a ollas y cazuelas con líquidos calientes, hasta un 80 por ciento de niños mexicanos sufren quemaduras profundas de diferente tipo y grado, asegura el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La doctora Claudia Berenice Hernández Valverde, especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva con adiestramiento en Quemados de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), indicó que tan solo un litro de agua hirviendo puede dañar hasta en un 30% el cuerpo de los menores de edad.
Por ello, el organismo llamó a la población a cuidar y vigilar a los menores de edad del hogar durante la época de fin de año y en las temporadas cuando hace mucho frío, pues es cuando frecuentemente se manipula fuego o líquidos calientes que exponen la salud de los infantes.
Agregó que tanto las madres y los padres deben tomar precauciones a la hora de bañar a sus hijos, porque es frecuente que quieran asear a sus hijos en una tina donde colocan primero el agua caliente y los pequeños llegan a caer antes de tener la mezcla adecuada o medir bien la temperatura.
Asimismo refirió que en las clínicas especializadas atienden pacientes de todo el territorio mexicano por quemaduras con artefactos pirotécnicos que son de uso popular durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Claudia Berenice Hernández Valverde informó que frecuentemente las partes del cuerpo que se queman por pirotecnia son las manos, los miembros torácicos y pélvicos. Mientras que en un menor son las piernas, por traer explosivos en los bolsillos del pantalón, y en las manos, por no saber manipular el cohete o porque llega a explotar antes de tiempo.
«Si un infante tiene una exposición a líquidos u objetos calientes va a tener una quemadura mucho más profunda y severa que un adulto. Además al ir creciendo, la cicatriz va a causarle problemas en todo su desarrollo», explicó.