Nueva York, 19 abr (EFE).- ¿Cómo se crea en tiempos de coronavirus? Unos 14 artistas españoles tratarán de averiguarlo en la segunda edición de la campaña #14Días14Artistas, una iniciativa del consulado de España en Nueva York que quiere difundir la obra de talentos jóvenes a través de 14 vídeos y transformar el confinamiento por el COVID-19 en material artístico, aunque «crear durante la cuarentena es contradictorio», como asegura Luna Miguel, una joven creadora.
Mientras que en la primera edición participaron artistas ya experimentados como Rossy de Palma, Santiago Auserón o Kirmen Uribe, para esta secuela el consulado pidió a los primeros 14 participantes que propusiesen un nuevo nombre cada uno, con la única condición de que fuese «un artista joven, de vanguardia y con fuerza y recorrido».
Una de las participantes, la poeta Luna Miguel, explica a Efe que ha colaborado con la narración de un poema que se titula «Para saber sanar hay que saber enfermar», que escribió a propósito de la experiencia de un familiar enfermo hace varios años.
«Me pareció que era un texto que se ajustaba a esta situación, tan difícil y en la que las personas necesitamos estar muy unidas», señala la escritora, que comenta que crear durante el confinamiento es «contradictorio» porque aunque siempre trabaja en casa, ahora lo hace por obligación.
«No es lo mismo estar en el lugar que tú has elegido y la paz mental que eso te produce para poder crear libremente, que estar en un encierro obligatorio, donde la mente empieza a resentirse y la concentración a veces es imposible», reflexiona Luna Miguel, que espera que las personas escuchen en su voz «algo que les relaje y les ate a la vida y a la esperanza».
EL ARTE COMO PUERTA HACIA LA LIBERTAD
Por su parte, el pintor Diego Quejido participará con su pieza «Kinetotablas», una serie de pinturas sobre tablas de pequeño formato con distintos motivos y procesos que tratan los límites y conexiones entre la abstracción y la figuración, según explica el artista, que apunta que esta obra va en su línea de trabajo sobre «la relación de los procesos plásticos y las imágenes en movimiento o la carga del tiempo en la pintura».
«Ahora que estamos encerrados es un buen momento para darnos cuenta de cómo en la imaginación, la creación, la poesía o el arte abren múltiples puertas que nos permiten movernos por el mundo en libertad», reflexiona el pintor, quien cree que el proyecto servirá para compartir su trabajo «de orilla a orilla».
Aunque asegura pasar muchas horas en su estudio y tener una «intensa relación» con la soledad previa al confinamiento, Quejido añora otra parte importante de su trabajo: la calle, la naturaleza y los espacios de arte.
El artista visual Cachito Vallés, por el contrario, cree que las personas que se dedican al arte pueden adaptarse mejor al confinamiento porque suelen ya estar sometidos a cierto «aislamiento» y que hacerlo por obligación puede favorecer su concentración y reducir ciertas distracciones, aunque lamenta no poder desplazarse hasta su estudio, donde trabaja con estructuras de gran envergadura que utiliza en la creación de sus obras.
Detalla que suele trabajar con dispositivos lumínicos y nuevas tecnologías a través de instalaciones espaciales que abordan cuestiones relacionadas con el tiempo, lo cíclico, las realidades que se repiten o los patrones, por ejemplo.
«Me interesan mucho los ciclos universales, cómo se mueven los planetas, cómo toda esta cuestión temporal incide sobre la naturaleza… También me interesa ver cómo el espectador se relaciona con el objeto en la sala una vez expuesto», resalta Vallés, quien para esta iniciativa ha preparado una estructura circular en su terraza en la que videoproyectará con luz una serie de elementos geométricos «que refuerzan la idea de temporalidad y repetición».
ANTES UN ESCENARIO, AHORA UN SALÓN
Para la bailora Marta Gálvez es «complicado» trabajar y crear en estos momentos porque no tiene la misma inspiración, aunque sí la ilusión y necesidad, y lo que antes era un estudio o un escenario, ahora es su cocina, el dormitorio o su salón.
«Es muy diferente pero sigo con las mismas ganas que siempre», dice Gálvez, en cuyo vídeo compartirá la danza española y el flamenco en su casa y en su bloque, haciendo una similitud con el teatro al abrir las cortinas de su ventana como si fuese un telón tras el que sale a sentirse «libre» con su baile.
«Quiero que la sociedad sepa que los artistas seguimos creando y trabajando y que la cultura y el arte son fundamentales y necesarios», añade.
Además, en esta segunda edición impulsada por Santiago Herrero, cónsul para Asuntos Culturales en Nueva York, también participarán los raperos Bnet y Artes, el guitarrista Joselito Acedo, la ilustradora Aina Bestard, los pintores Charlie Brown Bunny, Clara Cebrián, Miguel Scheroff y Abel García, la DJ y productora Indira Paganotto, el «traceur» de parkour Alberto Gómez y la artista visual Blanca Gracia.