Anoche terminó una etapa muy importante de la historia cultural de Aguascalientes con el deceso del maestro Ladislao Rafael Juárez Rodríguez, el inolvidable “El Güero”.
Periodista, conductor, actor, músico, productor de radio, dramaturgo, promotor cultural, pero sobre todo universitario, perdió la vida tras una férrea lucha contra el cáncer.
Difusor de la cultura en general, es poco lo que no se sepa de su trayectoria profesional, pero lo que sí es un hecho es que se le recordará por su aportación a la sociedad de Aguascalientes, por su don de gentes y por su compromiso y pasión por todo lo que hacía. Y cómo no, si tuvo en casa su mejor ejemplo en la vida y obra de su señor padre, Ladislao Juárez Ponce, una leyenda de Aguascalientes, excelente compositor musical y también promotor cultural.
“El Güero”, ese hombre imponente, de mirada penetrante con sus enormes ojos azules, su voz de trueno que infundía respeto, derecho a más no poder, fue desde siempre un personaje referente de todos los ámbitos de la cultura de Aguascalientes.
Quienes lo recuerdan mencionan que era muy bromista y que siempre estaba cantando, silbando, cultivando amistades, pero lo que más sobresalía en él era su don de gentes y las oportunidades que siempre brindó a las nuevas generaciones, quienes se conmovieron hasta las lágrimas apenas empezó a circular la noticia de su deceso.
El último adiós físico se le dará hoy, pero el legado de “El Güero” ya es parte de la historia cultural de Aguascalientes, y la sociedad lo recordará como el grande que siempre fue.
Se ha adelantado uno de los grandes comunicadores de nuestro Estado, lo que causa hondo pesar y un sentimiento de solidaridad para su familia, pero también agradecimiento por todo lo que hizo por su amado Aguascalientes.