México, 10 feb (EFE).- El berrendo peninsular, el mamífero de pezuña más veloz del mundo, sigue «corriendo» hacia su supervivencia tras la alerta de peligro de extinción lanzada en México en 1998, aseguraron a Efe expertos.
Los ejemplares pasaron de 175 en 1998 a 523 en 2020, lo que significa un aumento de alrededor del 300 %, dijo a Efe Benito Rafael Bermúdez, director de la Región de Baja California y Pacífico Norte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
El 2020 se inició con el nacimiento de 15 crías de este antílope, tanto en cautiverio como en vida silvestre, y se esperan más nacimientos para finales de abril, en Valle de los Cirios, en el norteño estado de Baja California.
Además de que 60 hembras están preñadas y se prevé que al menos 70 % de ellas tenga gemelos, puntualizó el biólogo.
Esta especie, ratificada en peligro de extinción en 2019, actualmente habita en más de 35.000 hectáreas censadas, con una malla a prueba de cualquier invasión, ya sea de cacería humana o depredación animal.
«La intención es trabajar los próximos 10, 15 años para lograr sacarla del peligro de extinción», aseguró Bermúdez, e ir liberando gradualmente los ejemplares y conquistar más terreno en la región del sur del Valle de los Cirios y en el Corredor del Berrendo, en el Vizcaíno, Baja California.
El berrendo peninsular es el único animal de pezuña que está en situación crítica y su preservación es de gran importancia pues es un excelente dispersor de semillas y arador de la tierra, destacó el experto.
«Es un organismo que cumple un servicio ambiental muy importante al permitir la aireación de los suelos», indicó.
«A diferencia de otros animales que destrozan el suelo y lo compactan, el berrendo por la forma misma que tienen sus pezuñas va arando el suelo, no agota la cubierta vegetal, es altamente selectivo con su alimentación y eso permite mantener ecosistemas en buen estado», detalló Bermúdez.
Su conservación se da en el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) mediante el Programa de Recuperación del Berrendo Peninsular (PRBP), el cual inició en 1998, tras el censo de 175 berrendos, luego de que se declaró una alerta por la conservación de este animal, y a la fecha se cuenta ya con una población de 523 ejemplares, puntualizó.
Agregó que en 1815 se tenía registro de más de 45 millones de ejemplares en grandes valles desde Norteamérica hasta Mesoamérica, en la región del Altiplano Central.
A partir de 1922 fue decretada la veda permanente del berrendo y se detectó en situación crítica a cuatro subespecies: la peninsular, la sonorense, la mexicana -ya extinta- y la americana.
«La subespecie nuestra, de la península de Baja California es la que está en más crítico peligro, pero en vías de recuperación», señaló el especialista.
Las principales amenazas que enfrenta este antilocáprido, ejemplar parecido a un antílope y a una cabra, son la sequía relacionada con el cambio climático, la depredación, la fragmentación de su hábitat, la competencia con el ganado, la cacería furtiva y algunas enfermedades.
«Dentro de los animales que tienen pezuña, este es el más rápido, veloz, ágil y resistente del mundo», destacó el biólogo.