Guayaquil (Ecuador), 17 jul (EFE).- La proyección de crecimiento económico de América Latina y el Caribe para 2019, situada en marzo pasado en 1,4 %, se redujo a 1,1 %, reveló este miércoles el economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Eric Parrado.
En una rueda de prensa realizada en la ciudad costera de Guayaquil, donde tiene lugar la sexagésima Asamblea Anual del BID, Parrado se refirió al informe macroeconómico publicado en marzo y el reajuste realizado en la cita de esta semana en Ecuador.
Explicó que la bajada de la proyección responde a una menor expectativa de crecimiento, sobre todo de países más grandes como Argentina, Brasil y México.
Al crecimiento «moderado» de la región, se suma el riesgo de «shock externos», entre los que mencionó las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
Comentó que una tasa de crecimiento menor en esos dos gigantes económicos «podría tener un impacto significativo de reducción de crecimiento en América Latina y el Caribe, como promedio».
Si a ello se suma «un efecto en el precio de los activos, por ejemplo que el de las acciones caigan fuertemente a nivel global, también va a tener un impacto significativo» en la región, explicó.
Al especular sobre una eventual combinación de la caída del crecimiento de China y Estados Unidos, y la reducción del precio de los activos, «podríamos tener una reducción de la tasa de crecimiento de América Latina que podría llegar al ámbito negativo en 2020», dijo.
Recordó que, a través de los informes elaborados por el BID, se trata de identificar los riesgos potenciales para una mejor preparación «a través de reformas por el lado fiscal y también de las inversiones».
Sobre la preparación macroeconómica de los países respecto a la posibilidad de un «shock externo», comentó que ahora hay «una situación un poco más débil» de lo vivido en 2007 (un año antes de la crisis global), pues se han reducido los espacios fiscales en promedio y los del ámbito de la política monetaria.
«Por lo tanto, no tenemos toda la resiliencia que deberíamos tener para enfrentar este tipo de vulnerabilidades», señaló el representante del BID.
Añadió que el «único aspecto positivo» que se desprende de las variables macroeconómicas ha sido el tema de la liquidez de las reservas internacionales pues «estamos en una mejor posición» en términos de esas reservas en los Bancos Centrales respecto del 2007.
«Obviamente eso es una buena noticia, pero que no alcanza a compensar las otras variantes macroeconómicas sobre todo relacionadas con el ámbito fiscal», comentó antes de recordar que el Caribe ha hecho «ciertas tareas de reformas en que ha sostenido y consolidado el gasto fiscal de forma significativa».
Y por ello recomendó que se continúe con las reformas que realizan varios países de la región en términos de consolidación fiscal, inversiones y proyecciones de largo plazo.