CIUDAD DE MÉXICO, enero 23 (EL UNIVERSAL).-
La mejor carta de presentación de Franco de Vita son las 30 millones de copias vendidas a lo largo de su carrera artística y las canciones que han alcanzado el número uno de las listas de popularidad. Es un cantante diferente, que ama su privacidad y prioriza su vida sobre la fama y este 23 enero celebra 70 años.
De padres italianos, Franco Atilio de Vita de Vito nació en Caracas en 1954, aunque vivió durante varios años en Italia, cuando la familia se mudó en busca de un futuro mejor, pero cuando Franco tenía 13 años, la familia regresó a Venezuela.
Amante del futbol, desde muy joven De Vita ha sido un alma libre y siendo muy joven decidió salir de casa y se mudó a Nueva York con el objetivo no solo de conocer el mundo, sino también intentar comérselo por medio de su trabajo.
La música también llegó a su vida de manera orgánica, pues al crecer en Caracas era muy común que la música se escuchara en cada rincón de las casas y fue ahí donde aprendió a tocar la guitarra y, posteriormente, piano a los 18 años.
Su primera experiencia profesional fue en una banda amateur que hacía covers y tocaban en eventos sociales por cerca de diez años hasta que fue firmado por un productor y salió su primer disco homónimo en 1984 con los temas «Un buen perdedor» y «No hay cielo».
Con su primera producción la fama llegó al instante y gracias a que «No hay cielo» fue el tema de una telenovela, su música llegó a otros países, incluido México.
Otros grandes temas de Franco de Vita fueron «Louis» y «Te amo», los cuales lo colocaron en los primeros lugares de popularidad.
Con 70 años, Franco de Vita es uno de los cantautores más congruentes del medio artístico y eso se ve reflejado en canciones y en su estilo de vida, que si bien se ha mantenido ajeno a los escenarios, su música sigue vigente.