Venecia (Italia), 4 sep (EFE).- El joven director chileno Thomas Woodroffe pretende explorar el cuerpo humano y los límites de su sensibilidad en su cortometraje «Fiebre Austral», con el que compite en la sección «Horizontes» de la Mostra de cine de Venecia.
«La temática principal es el cuerpo, su exploración del cuerpo y la de los límites de su sensibilidad, dónde están los límites entre el placer y el dolor», explicó hoy en una entrevista con Efe.
«Fiebre Austral» narra la historia de una mujer que vive sola con su hijo adolescente en las nevadas montañas del Chile meridional. Su vida cambia cuando un amigo de su hijo se hiere estando de caza en el bosque, ocupándose de su curación y cuidado.
Pronto se dan cuenta de que el contacto con la herida del chico provoca una suerte de placer y dependencia, lo que les une íntimamente.
Woodroffe (Santiago de Chile, 1995) lleva a la Mostra esta cinta que surgió como un proyecto universitario inspirado en el erotismo de la obra de su tía, la pintora Carmen Silva.
La historia se grabó en Las Cuevas, un remoto poblado en pleno Paso de los Libertadores, en los Andes entre Chile y Argentina, lo que requirió un rodaje duro y frío en este paisaje nevado.
Esto responde a una intención: la de alejar a los personajes de la sociedad y de las conductas humanas convencionales para dotar de realismo a una historia inverosímil.
«De alguna manera aislarlos en un lugar tan apartado de la ciudad y de la sociedad, y a la vez encerrarlos con una tormenta a su alrededor, era una forma de hacer que esa relaciones humanas se pudieran llevar a cabo», explica el realizador chileno.
Otro de los grandes temas de «Fiebre Austral» es la del género, una cuestión que le interesa tanto a él como a los otros dos guionistas, Camila Aboitiz y Gabriel Goicoechea.
Un tema que, afirma, está candente en la sociedad y sobre todo en los círculos LGBT, aunque al mismo tiempo lamenta que en Chile aún hay discriminación.
Woodroffe espera ya a saber, el próximo sábado 7 de septiembre, si conquista por el premio al Mejor Cortometraje de la sección Horizontes de la Mostra, dedicada a las nuevas corrientes estéticas y creativas, al que optan otras doce obras de todo el mundo.
Por el momento reconoce que estar en Venecia, uno de los festivales de cine internacional más importantes del mundo, es «muy emocionante, una oportunidad única y un premio».
Aunque su gira no termina en la ciudad italiana, sino que llevará su particular «Fiebre austral» al Festival de San Sebastián, en España, y al de Toronto.
Por Gonzalo Sánchez