Roma.- Hirving Lozano firmó este martes el gol que le dio el empate 1-1 al Nápoles en el estadio San Paolo ante el Salzburgo, equipo que se había adelantado con el noruego Erling Braut Haaland, y acercó al cuadro napolitano al pase a octavos de final de la Liga de Campeones.
El segundo gol de la temporada de Lozano permitió al Nápoles mantener los cuatro puntos de ventaja sobre el Salzburgo en el grupo E, que está liderado por el Liverpool y que ve al cuadro napolitano ocupar la segunda posición, con los austríacos terceros.
Los hombres del técnico Carlo Ancelotti podían hacerse con el pase matemático a octavos con un triunfo este martes, pero se cruzaron con un Salzburgo valiente, empujado por un Haaland que lleva siete goles en cuatro partidos de la Copa de Europa.
No sufrió la presión del San Paolo el cuadro austríaco, que domina desde hace seis años su liga, y se adelantó a los 12 minutos de juego gracias a un penalti conseguido por el surcoreano Hwang Hee-chan y transformado con seguridad por un Haland imparable.
El delantero noruego, nacido en 2000 y que lleva 12 goles en 11 partidos ligueros austríacos, sigue incontenible también en la Copa de Europa y ya es el máximo artillero con siete dianas. También le había endosado un doblete a los napolitanos en el cruce de la primera vuelta.
Y es que Haaland es una sentencia cuando remata a portería en esta Copa de Europa. Tan solo necesitó 11 disparos para firmar sus siete goles: anotó tres al Genk, uno al Liverpool y tres al Nápoles, entre primera y segunda vuelta.
El Nápoles, sin embargo, no perdió la calma y creó ocasiones de gol con continuidad. El español José Callejón sacudió el poste con un cabezazo apenas un minuto después del gol del Salzburgo y tras otros avisos peligrosos de Insigne y del español Fabián Ruiz, los hombres de Ancelotti consiguieron la igualada.
Fue Lozano quien igualó al borde del descanso tras recibir una asistencia de Insigne. Liberó un derechazo desde fuera del área que fulminó al meta brasileño Carlos Miguel Coronel y que devolvió entusiasmo a la hinchada del San Paolo.
El mexicano no marcaba desde el pasado 31 de agosto, cuando vio puerta en su estreno contra el Juventus Turín. Fue la primera alegría del exjugador del PSV Eindhoven ante su público.
Los ritmos intensos de la primera mitad bajaron en la reanudación, en la que los dos equipos estuvieron más compactos y concentrados en no conceder espacios al contragolpe a sus rivales.
Lo intentó más el Nápoles, con otros disparos peligrosos de Lozano (m.57) y de Mertens, que perdonó ante Coronel a la hora de juego. Por su parte, el Salzburgo, que gastó muchas energías para presionar alto al cuadro napolitano, sacó del campo a Haaland en el 75 para dar paso al zambiano Patson Daka.
Bajo la intensa lluvia de Nápoles, Ancelotti quitó tanto a Mertens como a Lozano para acabar el duelo con una delantera potente físicamente, compuesta por el polaco Arkadiusz Milik y el español Fernando Llorente.
Un gol le daría al Nápoles el pase matemático a los octavos de final y Llorente lo saboreó en el 89 con un cabezazo que rozó el poste derecho de la portería de Coronel.
Fue la última emoción de un partido que permitió al Nápoles dar otro paso hacia el pase a los octavos. Le bastará sumar tres puntos en las próximas dos jornadas, ante Liverpool y Genk, para asegurarse una plaza entre los mejores 16 clubes de Europa.
Ficha técnica:
1. Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Maksimovic, Koulibaly, Mario Rui (Luperto, m.46); Callejón, Fabián Ruiz, Zielinski, Insigne; Mertens (Milik, m.73), Lozano (Llorente, m.86).
1. Salzburgo: Coronel; Kristensen, Pongracic (Mwepu, m.46), Onguéné, Wöber, Ulmer; Minamino (Ashimeru, m.61), Junuzovic, Szoboszlai; Hwang, Haaland (Daka, m.75).
Goles: 0-1, m.12: Haaland (penalti); 1-1, m.43: Lozano.
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Mostró cartulina amarilla a los locales Zielinski (m.27) y a los visitantes Onguéné (m.4) y Pograncic (m.37).
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo E de la Liga de Campeones disputado en el estadio San Paolo de Nápoles ante cerca de 40.000 espectadores.
Andrea Montolivo