Miami, 1 nov (EFEUSA).- La ciudad floridana de Coral Gables no quiere ser menos que su casi vecina Fort Lauderdale, que desde hace diez años celebra un multitudinario y auténtico Día de Muertos, una tradición mexicana cada vez más internacional gracias a su significado y atractivo y también a James Bond y Coco.
Por primera vez en su historia, Coral Gables, una ciudad residencial del condado de Miami-Dade, con una población eminentemente cubana, calles con nombres en español y muchas casas de aire andaluz o colonial, tendrá su desfile de Catrinas y esqueletos y otras actividades del Día de Muertos.
Lo hará el 3 de noviembre para no coincidir con Fort Lauderdale, que el día 2 celebra la fiesta del Día de Muertos que es considerada por organizaciones turísticas y medios especializados como Travel Channel una de las mejores de Estados Unidos.
El plato fuerte del festival popular fundado hace diez años en Fort Lauderdale, a unos 50 kilómetros al norte de Miami, por el maestro titiritero Jim Hammond junto a un grupo de artistas locales es la «Procesión de esqueletos» encabezada por marionetas gigantes y amenizada por mariachis por el corazón de la ciudad.
Este año esperan 4.000 participantes en la procesión y unos 25.000 en todos los eventos de un festival que en su primera edición solo interesó a 750 personas, dice Hammond a Efe.
Hammond está encantado de que su iniciativa haya cuajado y que otras ciudades floridanas hayan seguido los pasos de Fort Lauderdale. Primero fue Fort Worth y ahora Coral Gables.
«Estoy orgulloso de ser un aliado de los mexicanos» en esta tarea, proclama el titiritero, que no se cansa de decir que la clave de que su idea haya tenido éxito es que apostó por la «autenticidad», por «respetar las tradiciones» de México.
La primera celebración del Día de Muertos en Coral Gables comenzará con una ceremonia azteca con el grupo «Tloke Nahuake» y terminará, tras una serie de variadas actividades, con el «Desfile de Mojigangas y Mariachis».
El cónsul general mexicano en Miami, Jonathan Chait Auerbach, y el alcalde de Coral Gables, Raúl Valdés-Fauli, se disfrazarán y participarán en el festejo, señala Hammond, quien ha colaborado en la organización del primer Día de Muertos en la ciudad del condado de Miami-Dade.
Chait Auerbach dice a Efe que este acrecentado interés por el Día de Muertos en el sur de Florida es, en parte, «el reflejo del crecimiento de la presencia mexicana».
Aun así, Florida no es precisamente el estado donde más mexicanos hay, título que le corresponde a California.
En todo el país había en 2017 unos 36,6 millones, entre nacidos en México y descendientes de mexicanos, según el Pew Center, mientras que en el condado de Broward, al que pertenece Fort Lauderdale, se calcula que hay unos 16.000 y en el de Mimi-Dade unos 28.000.
El cónsul precisa que esta tradición mexicana está trascendiendo las fronteras de México y llegando a culturas muy diferentes como la estadounidense.
«Cada vez más se reconoce el Día de Muertos por lo que es. Es decir, las celebraciones dirigidas a aquellos que ya se fueron y su interacción con los seres vivos, enfatizando sus raíces originales, entre éstas las civilizaciones prehispánicas y mestizas», afirma el cónsul.
Chait Auerbach reconoce el hecho de que taquilleras películas como «Spectre», de la saga de James Bond, que comienza con una espectacular escena de acción durante un desfile de esqueletos en Ciudad de México, o «Coco», la película de animación de Disney donde el protagonista entra por accidente en la Tierra de los Muertos, han popularizado el conocimiento de la tradición mexicana.
Cuando se le pregunta si el Día de Muertos llegará a desbancar a Halloween (la noche de la brujas) en el sur de Florida, subraya: «la importancia radica en reconocer que son celebraciones distintas y continuar promoviendo sus propios elementos, como los altares, el papel picado, las flores de cempasúchil etc…, a fin de mantener la esencia de las tradiciones».
El cónsul agrega que «el tema de la muerte siempre resulta enigmático y, más en este caso, en la manera que lo hacen los mexicanos». «Para nosotros, no es un momento de duelo, es de compartir con aquellos que ya se fueron», subraya.
A su juicio, «Fort Lauderdale es un gran ejemplo a seguir. Es una perfecta muestra de cómo se deben hacer las cosas y, sobre todo, de un gran grupo de profesionales y voluntarios que se entregan con todo el alma para que cada año sea más y mejor».
Hammond y su equipo se han ido superando cada año y en este del décimo aniversario han echado la casa por la ventana.
Más de 50 ofrendas tradicionales, ocho escenarios a lo largo del recorrido, 250 danzantes folclóricos, no solo de México, sino de Perú, Bolivia y Venezuela, tres mariachis y otras doce bandas musicales, enumera Hammond con orgullo al hablar sobre los planes para el día en que Fort Lauderdale se disfraza de México.