Los Ángeles, 5 jul (EFEUSA).- Sherry Mandujano lleva años preparándose y buscando que le den un papel por su talento y no por ser latina pero, al igual que cientos de actores hispanos, aún no logra vencer el estereotipo con el que la maquinaria de Hollywood la encasilla.
«Cuando nos ponen en una historia seguimos estando muy estereotipados, somos los del servicio, los chistosos, y tienes que estar enseñándoles a los directores, escritores, productores que puedes hacer más que lo que ellos te están poniendo en el papel», dijo a Efe Mandujano, nacida en la californiana ciudad de San José.
La frustración de la actriz, quien ha sido vista en series como «Shameless» y «Ray Donovan», no es sólo por los papeles para los que es considerada, sino incluso por los acentos que le requieren.
Mandujano puede caracterizar a una puertorriqueña en Nueva York, una mexicana en California, o una latina que vive en la frontera sur de Texas, sin embargo, esta cualidad antes que ayudarla se ha convertido en un lastre.
«Ya no quiero hacer más acentos», sentenció con frustración Mandujano, que estudió en The American Musical and Dramatic Academy de Nueva York.
«Si (el acento) es por el chiste o si con esto se están burlando del mismo personaje no lo voy a hacer, ya no quiero usar los acentos porque esto no le sirve a la comunidad latina», explicó la actriz de 29 años.
Para el presidente de la Coalición Nacional de Medios Hispanos (NHMC, en inglés), Alex Nogales, los obstáculos que vive Mandujano y centenares de actores latinos se debe a la poca o nula representación hispana entre los puestos directivos y los mismos creativos de la industria en Hollywood.
«Son hombres blancos que tienen sus grupos de trabajo blancos con los que se entienden culturalmente, y se hicieron una idea de cómo es que sonamos y nos vemos, pero no nos conocen realmente», aseguró a Efe Nogales.
El activista relata que en sus reuniones para promover la inclusión hispana, los productores de los grandes estudios le dicen que «no encuentran a talentos latinos o que suenen a latinos».
La no inclusión se inicia desde las audiciones. Mandujano, que tiene formación de Mezzo Soprano, señala que nunca han visto en su currículum esta cualidad y que «solo les interesa si sueno y me veo como latina».
Irónicamente, son los acentos latinos los que le han permitido a Wilber Zaldivar alimentar el sueño de sobresalir en Hollywood y es que con tan solo 18 años ya lleva un lustro en la industria usando su voz para doblajes o personajes animados.
«Puedo hablar inglés con diferentes acentos latinos, hasta salvadoreño, también hablo español con acento», explica el joven nacido en Estados Unidos e hijo de padres inmigrantes.
A pesar de las puertas que ha podido abrir, Zaldivar asegura que cada vez que llega a una audición la meta es superar el concepto que se tiene del latino en Los Ángeles, «morenitos, bajitos».
«Yo a veces soy muy alto para ellos», reconoció Zaldivar, que mide 1.80 metros de estatura.
A la suma de obstáculos que Zaldivar y Mandujano experimentan en el mundo de la actuación por ser hispanos, en el caso de los actores inmigrantes deben sumar el hecho de que no nacieron en Estados Unidos.
«Quieren que suenes como inmigrante pero también que no tengas acento, entonces toca trabajar tu acento para poder hablar inglés como si hubieras nacido aquí», relata a Efe la actriz ecuatoriana Viviana Sarrade.
Sarrade emigró a Estados Unidos hace más de 10 años y desde hace 4 busca hacer una carrera en Hollywood.
«Casi todas las semanas tengo audiciones pero no he tenido suerte, también les molesta que soy muy blanca, que me veo muy americana», apuntó.
«Pero como inmigrante ya tengo experiencia con el rechazo, así que creo que es una cuestión de seguir tocando puertas, de perseverancia», añadió Sarrade.
En ese sentido, Nogales aseguró que la única opción es seguir «inyectando en la industria una realidad cada vez más notoria: La comunidad latina es muy buen negocio y que por ende debe ser bien representada en sus historias y personajes en Hollywood».