Tegucigalpa, 5 ene (EFE).- El embajador de Honduras en México, Alden Rivera, calificó hoy de «rotundo fracaso» la caravana de miles de inmigrantes de su país que en octubre se fueron con el objetivo de llegar a EE.UU. de manera ilegal.
El diplomático señaló que si el propósito de los inmigrantes era llegar hasta los Estados Unidos, «la caravana debe ser considerada como un total y rotundo fracaso», subraya un comunicado de la Casa Presidencial en Tegucigalpa.
«Ni un solo hondureño (de la caravana) accedió a territorio de Estados Unidos, ni un solo hondureño ha sido entrevistado por el Gobierno mexicano para poder acceder a una condición de asilo», enfatizó Rivera.
La caravana de migrantes hondureños, a quienes en Guatemala y México se sumaron otros centroamericanos, salió de su país el 13 de octubre de 2018.
El embajador Rivera señaló que «unos 2.500 hondureños siguen albergados en Tijuana (México) en condiciones de precariedad».
La información oficial añade que Rivera vino a Tegucigalpa «para brindar a las autoridades un informe sobre el trabajo que ha hecho el Gobierno de Honduras para asistir a los migrantes desde que llegaron a México y su actual estadía en Tijuana, después de salir de San Pedro Sula el 13 de octubre pasado».
«Al fracasar la caravana, lo que trajo fue dolor y pena a miles de familias hondureñas», enfatizó el diplomático.
Indicó además que más de 7.000 hondureños han retornado al país, según estadísticas del Instituto Nacional de Migración de Honduras, y que de esa cifra unos 3.500 regresaron desde México.
Rivera dijo que uno de los problemas es que en esta época el clima en México oscila entre los once y siete grados centígrados, con viento, lluvias, calor y con climas extremos, lo que arriesga a la gente a sufrir problemas respiratorios o gastrointestinales, aparte de la exposición al crimen organizado y a la delincuencia.
Según informes oficiales difundidos en diciembre, al menos siete hondureños de la caravana de inmigrantes que salieron en octubre habían muerto por diferentes causas entre Guatemala y México.
Rivera expresó que muchos inmigrantes «disfrutaron de la solidaridad de los mexicanos, comían lo que les regalaban, lo que les daban en algunos pueblos, pero no sabían lo que comían ni las condiciones en que habían sido preparados los alimentos y ni siquiera eran de la dieta usual del hondureño», dice el comunicado.
Señala además que los hondureños que participaron en la caravana «pasaron hambre, y cuando comieron lo hicieron bajo condiciones lamentables, y hoy en día esas condiciones prevalecen y la gente en algunos casos debe pedir limosna en la calle para completar la alimentación».
Rivera dijo que según registros de los servicios médicos establecidos por el Gobierno de México, «el 60 % de los hondureños han sufrido problemas respiratorios, el 50 % ha obtenido problemas gastrointestinales por mala ingesta de alimentos, y el 100 % de los menores de edad han tenido problemas respiratorios».
El diplomático señaló que ese es el resultado del problema causado por «la convocatoria nefasta realizada por los organizadores de la caravana, que incluso ya abandonaron a los participantes del movimiento migratorio», en alusión a sectores de la oposición política que, según el Gobierno hondureño, promovieron la caravana.
Según Rivera, «el dato más negativo es que la posibilidad de un hondureño de recibir asilo apenas es del 3 %, es decir, que quizá lo reciban tres de cada 100 personas». Al resto les espera la deportación luego de pasar por un proceso de detención que puede llevar entre seis meses y un año.
Además,» el nivel de perversidad de los organizadores de la caravana fue muy grande, pues mintieron de manera deliberada, dijeron que el Gobierno de México les iba a ofrecer visa de tránsito para cruzar sin problemas y eso no existe en ese país. Mintieron porque no recibieron el documento», acotó el embajador.