Buenos Aires, 8 ago. (EFE).- El festival de música argentino Cosquín Rock comienza este sábado la que será su primera edición digital a raíz de la pandemia de coronavirus, que no ha impedido que más de 60 artistas de 12 países diferentes se sumen a esta iniciativa que entre este sábado y mañana llevará su sonido a los hogares de miles de personas.
Las bandas tocarán en vivo en distintos escenarios, algunos de ellos tan emblemáticos como el Gran Rex de Buenos Aires, en los que se cumplirán estrictos protocolos para evitar la propagación de la COVID-19, que serán aplicables a los músicos y a los técnicos encargados de que la señal llegue correctamente a los seguidores, quienes desde sus casas tendrán una experiencia que busca ser lo más cercana posible a un festival tradicional.
El evento se divide en cuatro escenarios virtuales, cada cual con un cartel diferente, en los que habrá actuaciones en simultáneo, que los asistentes podrán alternar y, en algunos casos, disfrutar con la posibilidad de realidad virtual de 360 grados.
Además de las actuaciones el festival incluye «meet and greet» (encuentros) con las bandas, charlas, talleres, patio de comidas para encargos a domicilio, salas y foros para socializar, una muestra de los 20 años del festival y un homenaje especial a la agrupación mexicana Salario Mínimo, cuyo vocalista falleció por COVID-19.
Esta edición arranca a partir de las 17.00 hora local (20.00 GMT) de hoy, una primera jornada en la que actuarán, entre otros la mexicana Julieta Venegas, los españoles Izal y Reincidentes, los uruguayos Agarrate Catalina, la banda cubana Toques del Río, y una gran cantidad de artistas argentinos como Vicentico -vocalista de Los fabulosos Cadillacs-, Sara Hebe, Miss Bolivia, Los Caligaris y Ciro y los Persas.
Mañana será el turno, entre otros, de Rata Blanca, Damas Gratis, Él mató a un policía motorizado, Los Cafres, los colombianos Monsieur Perine, los chilenos Cami, los peruanos Gaia y los mexicanos Molotov.
El festival nació en 2001 en la ciudad cordobesa de Cosquín y creció hasta convertirse en uno de los más grandes del continente, con ediciones en México, Perú, Colombia, Paraguay, Uruguay y Estados Unidos.
La llegada de la pandemia obligó a los organizadores a reinventarse, y originó el nacimiento de una plataforma digital que está pensada para convivir con el retorno de las ediciones presenciales, albergando actividades exclusivas y permitiendo la asistencia a seguidores de lugares remotos.