Por Erick Cortés.- Ante la creciente crisis humanitaria que se vive en Gaza, cada vez son más las voces que denuncian los ataques indiscriminados de Israel contra la población palestina.
Recientemente, la organización Human Rigths Watch denunció que Israel había destruido deliberadamente los campos de cultivo gazatíes, con el fin de acentuar la hambruna en la zona. “Israel ha estado privando a la población de Gaza de alimentos y agua, una política impulsada o respaldada por altos funcionarios israelíes que refleja una intención de matar de hambre a los civiles como método de guerra”, sentenció Omar Shakir, dirigente de la organización.
Ahora, se ha viralizado un audio de una doctora identificada como “Ruba” perteneciente a la organización Médicos Sin Fronteras, que ha permanecido en Gaza desde que inició el conflicto y ha descrito cómo ha vivido la guerra durante más de dos meses, a pesar de encontrarse lejos de la zona donde se ubican las milicias de Hamas”.
“Estamos desplazados al sur del valle, se supone que es una zona segura, pero todas las noches hay ataques aéreos y todos los días atacan a todo el mundo, nadie está a salvo”, cuenta. “Hemos visto quemaduras de diferentes tipos, carne viva expuesta, fracturas, y también hay muchos niños con amputaciones. Sólo tenemos suministros médicos primarios, como paracetamol e ibuprofeno y, por desgracia, no tenemos acceso a nuestra clínica porque el ejército israelí cortó la carretera”.
Contó que no ha podido desempeñar su labor con eficiencia, debido a la falta de medicamentos y de suministros en la franja: “En la mayoría de los refugios hay pulgas, enfermedades de la piel y síntomas gastrointestinales. En un refugio cerca de donde me encuentro hay hepatitis propagándose entre la gente y es muy difícil tratarlos porque no tenemos acceso a los medicamentos necesarios”.
Destacó que la hambruna y los constantes bombardeos han sembrado un terror tan grande, que consideró afortunadas a las primeras personas que murieron al estallar el conflicto: “La gente esta comiendo cualquier cosa que puedan en contrar, porque se mueren de hambre. Siento decirlo, pero después de 60 días de guerra estoy perdiendo la esperanza, y digo que los que murieron en los primeros días tuvieron mucha suerte, porque no vivieron dos meses de días y noches aterradores. Estoy viendo sufrir a mi pueblo y no puedo hacer nada, este mundo no es justo”, concluyó.
Aunque hace días el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un plan para enviar más ayuda humanitaria a Gaza, el recrudecimiento de los bombardeos en la última semana a agravado la crisis en la región, mientras la ayuda internacional sigue llegando a cuentagotas.