Berlín, 23 oct (EFE). – El periodista alemán Claas Relotius, despedido el año pasado de la prestigiosa revista «Der Spiegel» después de que saliera a luz que había falseado decenas de reportajes, ha acusado al reportero que le expuso de haber faltado, a su vez, a la verdad.
Juan Moreno, un periodista que comenzó a sospechar de Relotius cuando colaboraba con él a distancia en un reportaje sobre la frontera sur de Estados Unidos, publicó el mes pasado un libro titulado «Mil líneas de mentiras. El sistema Relotius y el periodismo alemán».
En 288 páginas, cuyos derechos ya han sido adquiridos para una adaptación al cine, Moreno describe paso a paso cómo destapó uno de los mayores escándalos de la historia del periodismo alemán. Ahora, según ha publicado hoy el semanario «Die Zeit», Relotius ha tomado medidas contra el libro.
El abogado del periodista despedido ha presentado a la editorial una lista con 22 pasajes que supuestamente contienen «notables falsedades y representaciones erróneas» y la ha conminado a retirarlos, amenazando de lo contrario con una demanda.
«Sin conocerme personalmente y sin haber hablado con personas de mi entorno cercano, Moreno construye un personaje», declaró Relotius al semanario alemán. Una acusación cuando menos paradójica, puesto que el exreportero mismo, mas allá de poner en boca de sus entrevistados declaraciones inventadas, llegó a crear personajes fruto exclusivamente de su imaginación.
El que fuera considerado una de las jóvenes promesas del periodismo alemán reconoce ahora que «es consciente de su gran culpa,» pero que no por ello debe aceptar «interpretaciones erróneas y afirmaciones falsas por parte de Juan Moreno».
Algunos de los pasajes cuya retirada exige el abogado de Relotius se refieren a detalles de carácter relativamente nimio, como si el reportero almorzaba o no con sus compañeros. En otros, Moreno cuenta anécdotas que contribuyen a reforzar la imagen del experiodista como un mentiroso compulsivo y calculador.
Así, cita a empleados de «Der Spiegel» que relatan cómo el periodista se había inventado a una hermana enferma de cáncer o había asegurado encontrarse en una clínica en Baviera, para después haber sido visto en bicicleta por Hamburgo.
Pero, ante la pregunta de «Die Zeit», las declaraciones en que se basan estos dos incidentes han sido desautorizados por quienes las proporcionaron. Además, el semanario explica que, debido a las prisas por publicar el libro, éste no fue sometido a suficientes labores de verificación y contiene errores, por ejemplo en nombres de personas.