Sobre las muchas, inconexas y seguramente difíciles de probar acusaciones que se han ido filtrado, por instrucciones de AMLO, sobre el caso Lozoya, dijo un distinguido abogado que confiaba en que, una vez que el mandatario hizo estallar el debido proceso, los juzgadores mexicanos desecharían todos los señalamientos, al parecer lanzados para señalar públicamente a los personajes a los que desde Palacio ya se condenó convocando al clamor popular, que está fabricado de un material moldeable del que el tabasqueño sabe sacar figurillas a su antojo.
Al parecer los videos que muestran a panistas recibiendo dinero (‘mordidas’) fueron filtrados obedeciendo a la ‘sugerencia’ presidencial de que esos materiales se hicieran públicos, para ser replicados con ese otro video donde se ve a Pío López Obrador recibiendo dinero de David León Romero, el personaje cercano a AMLO que estaba a punto de encargarse de ese ente-engendro que pretende centralizar la compra de todos los medicamentos que adquirirá de manera centralizada el Sector Salud, tras lo cual nos enteramos que lo que resulta punible para los adversarios es un acto loable cuando lo perpetran personas que están purificadas de antemano por su sola adhesión a la llamada 4T.
Respondió pronto el presidente y no de la mejor manera, pues admitió que se trataban de aportaciones ‘al movimiento’, es decir que se trata de recursos para campañas de MORENA no declarados ante el INE, para luego señalar que de allí cobraba su sueldo, lo que significa que recibía recursos sin declararlos al SAT, por no hablar del origen desconocido de ese dinero, que algunos presumen salieron de las arcas públicas del Gobierno de Chiapas.
Luego AMLO ordenó que las instancias correspondientes, pero sobre todo las que actúan bajo su control, la UIF y la FGR, investiguen el asunto, sabedor de que lo que es condenable es lo que hacen los del otro bando y nada claro saldrá de ninguna investigación que se haga contra su hermano y su protegido.
Ya ayer AMLO volvió a sacar a airear el famoso petate del muerto, pues una vez que los suyos le comentaran, seguramente, que el escándalo protagonizado por los suyos imagen y su admisión de que conocía el contenido del video que mostró Loret no le estaban reportando buenos dividendos, le recordó que a pesar de que él manifiesta oponerse siempre está a la mano el amago de convocar a una de sus consultas sin validez, pero siempre a modo para que sus seguidores avalen sus decisiones, para ver si el ‘pueblo sabio’ quiere que se lleve a juicio a los ex-presidentes, no en base a acusaciones preparadas por el Ministerio Público, sino a su presunción de que son los malvados del cuento y con eso basa para encender las hogueras.
En el entendido de que estamos en un estado de derecho, si este sigue vigente, no vemos la manera de que jurados populares, siempre bien dispuestos a sumarse a los linchamientos públicos, puedan juzgar y luego castigar a nadie, aunque ya lo decía ayer Silva Herzog hijo, lo que se trata de colocar estigmas y ganar bonos de cara a la galería, lo que no deja de ser preocupante.
Como sea queda la sensación de que cada vez que el mandatario apela a una justicia popular, no sólo va minando los no muy sólidos cimientos de nuestro aparato judicial, sino que está apelando a figuras tan peligrosas como aquellos ‘guardias rojos’ de la Revolución Popular de Mao y Jiang Qing, que apelando a las turbas más fanatizadas cometieron tropelías de tal magnitud que hasta el mismo régimen que les dio alas acabó juzgando a aquella siniestra Madame Mao y a sus compinches de la aquella tristemente célebre ‘Banda de los Cuatro’.