Aguascalientes.- Otto Granados aseguró que por lo mal que se encuentra por la pérdida del rumbo y porque quienes lo dirigen o controlan lo siguen viendo como un simple botín político, el PRI corre el riesgo de perder su registro en las elecciones del próximo año.
En el caso concreto de Aguascalientes y luego de señalar que el tricolor se encuentra en la lona al contar con un capital electoral muy escaso que no le da para aspirar al triunfo, sostuvo que ”el PRI local va tener que pensar bien su estrategia, centrada básicamente en evitar su virtual desaparición del panorama local o peor aún la posible pérdida de registro”.
El ex-gobernador priísta expuso el primer problema que tiene el PRI, es reconocer que pasa por su peor momento derivado de que quienes lo manejaron hasta hace poco, no son sólo aquellos o aquellas que han sido perdedores profesionales, sino que también para estos tiempos no ofrecen capacidad política, técnica o intelectual de altura o experiencia exitosa probada, así como tampoco autoridad moral alguna que los haga respetables y tampoco atractivos ante el electorado.
El segundo problema que enfrenta el PRI en Aguascalientes es de cálculo, pues dijo que jamás el PRI había tenido un capital electoral “tan pero tan escaso que casi se pueden contar los votos con los dedos de la mano y sobrarían”, a grado tal que las encuestas que se conocen hasta ahora no le dan mayor probabilidad de nada.
“Ambas realidades sumadas dan por consecuencia que el PRI tenga que preguntarse de hecho si debe competir solo o aliado, de hecho o de derecho con alguna otra fuerza política, pues de la decisión que tome dependerá su existencia como organización”, advirtió.
En su comentario radial, Otto Granados indicó que la tendencia de ciertos burócratas del PRI a negar la realidad y a ver la política como un botín a repartir o como un tribunal de cuentas, explica en buena medida la debacle del antiguo partido mayoritario en las últimas elecciones, por lo tanto no basta con decir que no competirán por las candidaturas o que se retiran de la política, de hecho es contraproducente siquiera ya que aparezcan.
Mencionó que los burócratas del tricolor deben entender que ya forman parte de la prehistoria y que el Estado ha cambiado, que hay un electorado más complejo, que se necesitan generaciones nuevas y mucho más preparadas y, en suma, clarificar si quieren estar del lado de las opciones que aseguren para el Estado y para los municipios buenas políticas públicas, buena capacidad de ejecución, crecimiento, empleo, o prefieren irse del lado del populismo, la incompetencia, el pasado lejano y el regreso a las peores prácticas políticas, este es el dilema y más les vale jugar con realismo en equipo que hacer la travesía en el desierto.