«No hay recesión, pero es la apuesta de los nostálgicos del neoliberalismo. Están obcecados con eso. ¡Se excitan! Vamos bien en lo económico y cada vez está mejor».
Andrés Manuel López Obrador, 29/07/19
CIUDAD DE MÉXICO.- Dicen que todo lo que sube tiene que bajar; es una ley de la física, por lo menos con la fuerza gravitacional que impera en nuestro planeta. En economía hay otra ley que dice que todo lo que baja tiene que subir; es parte del ciclo económico. No es tan ineludible, sin embargo, como la ley de gravedad. Hay economías que pueden caer mucho tiempo antes de empezar a subir. Ahí está el ejemplo de Venezuela.
Después de la caída tan profunda de los meses previos, sin embargo, todo parece indicar que la economía mexicana ha rebotado. En junio el indicador global de actividad económica, el IGAE, una señal adelantada del desempeño del PIB (producto interno bruto), mostró un crecimiento de 8.9 por ciento frente al mes inmediato anterior. Es la mayor alza registrada desde que empezó a utilizarse este indicador; pero antes de festejar, hay que recordar que esta cifra no alcanza a compensar el desplome de los meses previos.
Las cifras definitivas del PIB, que se dieron a conocer también ayer, muestran que en el segundo trimestre de este 2020 hubo un desplome de 17.1 por ciento en comparación con el trimestre inmediato anterior. El presidente López Obrador parece tener razón cuando dice que, al parecer, la economía mexicana ya tocó fondo. Si bien una golondrina no hace verano, el rebote del IGAE de junio es tan fuerte que parecería señalar que vienen tiempos mejores.
No podemos olvidar, empero, que se trata de un simple rebote. En mayo se paralizaron muchas actividades productivas en el país, algunas de las cuales empezaron a abrirse en junio. Es muy fácil subir los indicadores cuando se parte de cero. La gran pregunta ahora es si este rebote podrá sostenerse en el mediano o largo plazo.
Otros países han registrado también repuntes económicos en medio de esta pandemia. El único que ha sido claro, y al parecer definitivo, es el de China, que al parecer terminará 2020 con un crecimiento pequeño, pero crecimiento. Otros países han tenido avances seguidos de retrocesos.
México parece encaminado a tener una caída brutal. Su desplome en el segundo trimestre, 18.7 por ciento en comparación con el mismo período de 2019, es uno de los mayores del mundo. Para todo el 2020 el Banco de México prevé una caída de 12.8 por ciento. En Estados Unidos se espera un descenso de 5.3 por ciento en todo 2020 (The Economist). Nuestro principal socio comercial, sin embargo, venía creciendo antes de la pandemia, mientras que México empezó a descender desde el segundo trimestre de 2019.
Para generar una recuperación económica sostenida, que no se limite a un simple rebote temporal, México debe generar una mayor inversión productiva; pero la inversión está cayendo a tasas incluso superiores a la del PIB. La última medición que tenemos, de mayo de este año, muestra una caída de 38.4 por ciento anual. La tendencia empezó desde la segunda mitad de 2018, cuando se canceló el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el NAIM.
El presidente López Obrador no se preocupa demasiado; piensa los pobres son como mascotas a los que hay que alimentar sin que tengan que preocuparse por buscar su alimento. Para los que piensan que lo importante es hacer que la gente supere la pobreza, y pueda ganarse la vida dignamente con su trabajo, la dimensión del desplome económico, y la posibilidad de que el rebote sea sólo temporal, sí son motivo de gran preocupación.
EL MÁS CARO
El Parque Ecológico Lago de Texcoco, de 12,200 hectáreas, no es más que un acto de relaciones públicas que pretende ocultar el hecho de que la cancelación del NAIM ha sido un golpe a la nación de cuando menos 120 mil millones de pesos. Es el parque ecológico más caro de la historia, en el mundo.
Twitter: @SergioSarmiento