Madrid, 9 mar (EFE).- La belleza diversa está de moda, una tendencia que da visibilidad a una generación de maravillosas modelos de más de 50 años, apartadas de los desfiles solo por cuestión de edad. Ahora sobre la pasarelas se sienten mejor que nunca, ya se sabe que la experiencia es un grado.
Esther Cañadas, Yolanda Hadid, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Carla Bruni, Helena Christensen o Kate Moss son algunas de la icónicas modelos de los 80 y 90, las maniquíes que crearon el concepto de «top models» han vuelto a la moda y, además de añadir un atractivo a las pasarelas, demuestran que las mujeres que han cumplido los 50 no son invisibles.
Tras años de ausencia, Esther Cañadas, la «top» española de los 90 ha sido una de las últimas en volver a la pasarela: desfiló para Balmain durante la última semana de la moda de París.
Esta alicantina siendo una adolescente se trasladó a Barcelona para aprender el oficio. Su actitud en la pasarela y su físico le llevaron hasta Nueva York donde desarrolló su carrera con una ascensión imparable.
Habitual en París, Milán, Londres o Nueva York, Cañadas desfiló para Gucci, Dolce Gabbana, Versace, Chanel Valentino, Calvin Klein o Donna Karan, firma de la que fue musa e imagen. También fue embajadora de Emporio Armani, Versace y Gianfranco Ferré.
El pasado 28 de febrero, durante la Semana de la Moda de París, junto a Esther Cañadas desfilaron en París otras tres modelos: Erin Wasson, Helena Christensen y Liya Kebede.
Unos días antes, también en la ciudad del Sena, la mítica modelo Yolanda Hadid, de 56 años, madre de las también afamadas modelos Gigi y Bella, retirada de la moda desde hace treinta años, volvió a desfilar junto a sus hijas para la firma Off-White en la semana de la moda de París.
Esta holandesa, estrella de la televisión y cotizada modelo en la década de los 80 y 90, de gran elegancia y personalidad, desfiló en la pasarela con un conjunto compuesto de americana armada de color blanca y estampada con un grafiti negro conjuntada con pantalón negro y sandalias del mismo tono con microvolantes.
La naturalidad y la diversidad va tomando paso firme en la moda. Modelos de distintas etnias, tallas, edades y orientación sexual son cada vez más habituales en las pasarelas más importantes del mundo.
También se ven modelos y mujeres de todas las edades con la idea de defender que la belleza no tiene edad, además de reivindicar que la carrera de una modelo no termina cuando la piel empieza a perder su firmeza.
Es el caso de Naomi Campbell, la diosa negra que ha desfilado para Valentino y Louis Vuitton, después de hacerlo para Versace en septiembre de 2017 cuando Donatella Versace reunió sobre la pasarela a Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Carla Bruni y Helena Christensen en el homenaje por el veinte aniversario del asesinato de su hermano Gianni.
Nada más empezar el 2018, la legendaria modelo Kate Moss volvía a la moda, una industria que ha sido su casa durante años, en el desfile de Louis Vuitton.
Pero esa aparición estelar no la hizo sola, sino junto a Naomi Campbell. Ambas desfilaron con sendas gabardinas de PVC estampadas con el logo de la casa.
En agosto de 2019, la revista Vogue Italia colocaba en sus portada a Stephanie Seymour y Claudia Schiffer, dos modelos que evidenciaban que la famosas supermodelos de los 90 están de vuelta.
Ese mismo mes, Kate Moss a sus 45 años aparecía en la a portada de Vogue París en la campaña de Alexander McQueen, y Christy Turlington era protagonista en el Vogue inglés.
Esta generación de modelos desapareció del circuito en 1995. Su hueco fue ocupado por Gisele Bundchen, Adriana Lima, Carmen Kass, Bar Refaeli o Alessandra Ambrosio entre otras.
Ahora, estas «top model» de los 90 comparten pasarela con Gigi y Bella Hadid, Cara Delevingne o Kendall Jenner.