Tráfico en la zona norte desquicia la ciudad, pues entre la construcción del eje vial, el levantamiento y puesta de la carpeta asfáltica en la salida a Zacatecas, la reducción de carriles en segundo anillo, las obras del puente de Constitución y Solidaridad, además de que todas las calles, inclusive ya en los fraccionamientos de los alrededores, presentan baches grandes y profundos, provocan un verdadero martirio para quienes necesitan transitar por ese lugar.
La realidad es que ya no hay horas pico, en cualquier momento del día se pueden ver cientos de vehículos que a vuelta de rueda buscan llegar a sus destinos.
El testimonio de un automovilista, catedrático de la UAA, quien mencionó que “ha sido un verdadero martirio; los semáforos duran muy poco, no existe una conciencia vial por parte de las autoridades para agilizar el tráfico vehicular, además podemos añadirle las construcciones que se realizan en estas vialidades. Yo vivo en Bosques y el salir de cualquier punto de esta zona en una emergencia es completamente nulo, lo que representa un alto riesgo para los habitantes de estos fraccionamientos, esto es realmente irritante. Ya urge que terminen”.
En recorrido que realizamos para medir los tiempos, pudimos constatar que la entrada a los centros comerciales es imposible y sin previo aviso cierran calles o avenidas para que maniobren las máquinas de las construcciones.
Salir o avanzar por esa zona representa una inversión de 20 a 30 minutos, además del dinero en el consumo de gasolina y mantenimiento del vehículo, pues resulta riesgoso, ya que es muy fácil dar algún golpe por alcance, los automovilistas van muy pegados y se van integrando notablemente durante el transcurso, todos quieren pasar y no tienen tiempo ni educación para ser pacientes o cordiales en ceder el paso.
La realidad es que aquello se pretende que sea un flujo continuo con la creación de puentes; la sorpresa es que la circulación por los pasos a desnivel se convierten en embotellamientos.
Es evidente que no existe una verdadera planeación y coordinación sobre el uso de vialidades alternas para circular ante los trabajos que realizan las autoridades municipales y estatales, así como tampoco hay agentes viales, ni señalamientos adecuados para orientar a los automovilistas.
Finalmente, las condiciones de las vialidades están en decremento, dañadas y mal parchadas, trabajo innecesario que intentan solucionar y que no sirve para nada, por lo que es toda una odisea para quienes viven en la zona y para quienes llegan a necesitar cruzar la ciudad.