Aguascalientes.- Con profundo dolor en el alma y un gran vacío en el corazón, familiares, amigos, compañeros y radioescuchas, despidieron ayer a un joven excepcional, de trato amable, sencillo, noble, cálido y de gran corazón.
Congregados frente al altar del Cristo Negro que vio crecer a Kike, le dieron el último adiós con la esperanza en alto de volverlo a ver.
Durante la ceremonia religiosa concelebrada en el Templo del Señor del Encino, el cual lució totalmente iluminado y adornado con flores blancas, se resaltó la dicha que hoy vive Kike, al mudarse al Reino del Señor.
Sin embargo su partida deja sentimientos encontrados, su partida inevitablemente duele aunque ahora él ya no sufre, ya no hay dolor, enfermedad, ni sufrimiento, hoy estrena tierra y un nuevo cielo.
Vestidos de blanco, sus seres queridos y estimados, celebraron la vida de Kike, en quien se resaltó a un ser humano responsable, trabajador, de buen trato y alegre, siempre dispuesto a arrebatar carcajadas de alegría.
La ceremonia de exequias concluyó con emotivos mensajes de sus hermanas y uno de sus mejores amigos.
A Kike le gustaba la música y para recordarlo justo como era en vida, al término de la misa se entonaron piezas de música flamenca.
Sin duda te vamos a extrañar y te recordaremos como el extraordinario ser humano que siempre fuiste, te robaste muchos corazones.
Hasta siempre Kike y que sigan los aplausos por tu vida, fue un honor coincidir contigo en el plano terrenal.