Querétaro (México), 7 sep (EFE).- La escritora mexicana Elena Poniatowska, premio Cervantes del 2013, aseguró este lunes que a los jóvenes les inspira confianza una abuela de pelo blanco y por eso les cuentan historias cuando va por la calle.
«Soy una recepcionista de historias, de tristezas y alegrías. Tengo 10 nietos y mucha relación con los jóvenes. A ellos les gusta una abuelita de pelo blanco que no los regaña y no lo sabe todo como los padres que dicen ‘dale por aquí y por allá’. Se oye cursi, pero así es», dijo la novelista en el Hay Festival de Querétaro.
Poniatowska, ganadora del premio Alfaguara con su novela «Piel del cielo», se definió a sí misma como una periodista y explicó que, aunque la vinculan con «La noche de Tlatelolco», acerca de la matanza del 2 de octubre de 1968, está activa y no piensa retirarse.
«Sigo escribiendo y haciendo periodismo y espero hacerlo por 20 años más, a pesar de que ya tengo 88», confesó.
La intervención en el Hay Festival de la autora mexicana, que también ganó los premios Biblioteca Breve y Rómulo Gallegos, entre otros muchos, transcurrió de manera diferida y sirvió para cerrar la fiesta de la cultura de Querétaro, centro de México, transmitida de manera virtual por la pandemia.
«Los mexicanos tenemos afán libertario, entonces se ve en las calles a mucha gente con tapabocas, pero también a muchos otros que van libremente, no guardan la sana distancian, se abrazan y se besan; así que no hay la gran obediencia que hubo en Europa porque tampoco hay un enorme miedo a la muerte», explicó .
Al referirse a la cultura en México en los últimos meses, marcados por el coronavirus, la novelista recordó que los creadores suelen ser solitarios y no les ha pegado el aislamiento.
«Los escritores y los pintores, están acostumbrados al encierro. son gente que trabaja en su casa y saben de la soledad, la conocen y la ansían. Los pintores tienen sus caballetes, y sus grabados los hacen en casa. No sé si extrañen salir», comentó.
Elena, nacida en París, pero residente en México desde sus 10 años, habló de las maravillas arqueológicas del país y confió en que después de la pandemia, los turistas extranjeros visiten otra vez los sitios de interés cultural e histórico.
«Así como en Egipto, nosotros tenemos a Teotihuacan, que son las pirámides. Tenemos maravillas en Yucatán y un acervo extraordinario que visitaban los turistas y esperamos lo vuelvan a visitar porque es una fuente de ingresos», aseveró.
Simpatizante del presidente Andrés Manuel López Obrador, la intelectual vio con buenos ojos la criticada reducción del presupuesto a la cultura por parte del Gobierno porque, según dijo, ese dinero está sirviendo para ayudar a las comunidades indígenas.
«El racismo en México es extraño; somos racistas en contra de nosotros mismos. Van a decir, qué tiene que hablar de eso esta Poniatowska con ese apellido polaco, pues yo tengo que ver porque mi mamá es mexicana, se apellida Amor. Hay apellidos así, medio anarquistas, por ejemplo, Paz, de Octavio Paz, y Odio, como Eunice Odio, una poeta que murió en su tina», señaló.
Poniatowska mostró asombro por la obsesión de los mexicanos por comprar automóviles, incluso antes de tener un techo y lamentó que como consecuencia la contaminación sea elevada, sobre todo en la capital.
«Apenas tienen dinero compran un automóvil. Ese culto a conducir es terrible y provoca en nuestra ciudad el horror de la comunicación», señaló.
Elena le puso humor a la conversación y aseguró que si tuviera la oportunidad, lo primero que desearía sería un burro porque cuando llegó a México los contaba al verlos en la calle.
«Yo no sé si nos lo estamos comiendo en mole verde o qué pasa. Ya no veo ni un burro», concluyó.
La intervención de Poniatowska fue la última del Hay Festival que reunió a figuras mundiales como la expresidenta chilena Michelle Bachelet y los Premios Nobel, Malala Yousafzai, de la Paz, y los de literatura, Mario Vargas Llosa, Kazuo Ishiguro y Olga Tokarczuk, entre otras personalidades.