México, 21 nov (EFE).- Una empresa de productos alimentarios solicitó respaldo a sus proveedores para presionar al Gobierno de México y frenar el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados.
En una carta enviada a sus provedores la compañía Nestlé pide intervenir y expresar a las autoridades «nuestra preocupación por el proyecto de la norma para etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas pre-envasados».
El proyecto, que se encuentra en evaluación en la Secretaría de Economía, plantea calificar a distintos de estos productos como «dañinos para la salud» al agregarles la leyenda «Exceso en» como parte de la envoltura, indicó la empresa.
Aseguró que la norma planteada transgrede principios establecidos en tratados comerciales internacionales, particularmente en temas de propiedad intelectual y obstáculos técnicos al comercio.
El proyecto incluye disposiciones la prohibición del uso de personajes, dibujos, celebridades, regalos, ofertas, juguetes o concursos que fomenten el consumo en productos que contienen un sello de advertencia».
La compañía aseguró a sus proveedores que su intervención en este caso es indispensable para evitar la destrucción de fuentes de empleo en momentos en que el panorama de la economía nacional «es desafiante».
El director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, resaltó el énfasis en la utilización de personajes porque «son las estrategias atractivas que utilizan para los niños en un país donde, por desgracia, tenemos una de las poblaciones infantiles con mayor índice de sobrepeso y obesidad».
Cabe destacar que los productos que llevarían ese etiquetado son aquellos con exceso de azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías, por lo que «los alimentos saludables no tendrían ningún problema», anotó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), añadió Calvillo, ha dicho que estas estrategias se aprovechan de la credulidad e inexperiencia de los niños e incluso se consideran violatorias de los derechos de la infancia porque aprovechan su vulnerabilidad.
Calvillo declaró que el proyecto de etiquetado frontal aparece como la política pública más efectiva para reducir el consumo de alimentos altos en azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías.
Sentenció que la experiencia de Chile así lo documenta y agregó que esta política es apoyada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Mientras que en México el proyecto se elaboró en conjunto entre la Secretaría de Salud, la Comisión Federal para el Control de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Economía.
El pasado mes de octubre el Senado de México aprobó la reforma a la Ley General de Salud en materia de etiquetado frontal de advertencia en productos industrializados y bebidas azucaradas (no alcohólicas) y solo falta que el Ejecutivo la promulgue
Así, México sería el cuarto país en Latinoamérica en aprobar esta medida después de Chile, Uruguay y Perú, naciones que han adoptado este tipo de etiquetado.