Óscar Octavio Aguilar Vera, de 53 años de edad y originario de Fresnillo, Zacatecas, contratista del sector minero, fue ejecutado de dos balazos en la cabeza en el interior del restaurante “Las Costillas de Sancho”, localizado sobre la avenida Aguascalientes, en el fraccionamiento Bosques del Prado, en el norte de la ciudad.
El homicidio se consumó este jueves, alrededor de las tres de la tarde, y fue perpetrado por dos sujetos, que logrado su cometido se dieron a la fuga al parecer a bordo de una motocicleta y escoltados por otros individuos en dos camionetas.
Elementos de las corporaciones policiales desplegaron un intenso operativo por tierra y aire en busca de los sicarios pero no los localizaron, aunque al filo de las seis de la tarde hallaron abandonada una de las camionetas en que huyeron, sobre la calle Guadalupe, frente al templo del mismo nombre.
Las primeras investigaciones realizadas por las autoridades revelaron que la víctima llegó al citado restaurante, ubicado en el número 402 de la avenida Aguascalientes Norte, casi esquina con la calle San Julián, acompañado de otros seis hombres y ocuparon una mesa de la planta baja para una reunión de trabajo.
Aguilar Vera estaba reunido con las seis personas ya que buscaban llegar a una conciliación como parte de un juicio de derechos de autor realizado en el Estado de Zacatecas y por el que estaban en pugna más de 70 millones de pesos.
El contratista estaba involucrado en un juicio desde el 2019 en Zacatecas sobre la patente de un tipo de explosivos que se utilizan en la minería y que reclamaba Óscar Octavio como dueño y creador pero que otra persona comenzó a usarlo.
El juez que llevaba el caso ordenó a ambas partes en el juicio llegar a un acuerdo y conciliar en un lugar imparcial, razón por la cual se trasladaban a Aguascalientes para reunirse en el restaurante donde ocurrió el ataque.
Este jueves era la tercera vez que se reunían en el mismo lugar.
Mientras dialogaban, en otra mesa se encontraban ya sentados los dos sicarios, que habían fingido ser comensales.
En determinado momento se incorporaron y caminaron directamente hacia el contratista fresnillense.
Uno de ellos ya empuñaba un arma de fuego corta y a quemarropa le disparó a la víctima en la cabeza hasta en dos ocasiones para luego salir del restaurante.
La agresión fue grabada por una cámara de seguridad instalada dentro del establecimiento.
En otra área del restaurante se hallaban otras personas comiendo, así como varios empleados.
Al momento del ataque, los que estaban con el contratista se levantaron de sus sillas, mientras que Óscar Octavio quedó sentado.
Trascendió que los ejecutores escaparon en una motocicleta, escoltados por otros sujetos en una camioneta GMC, de modelo antiguo, en colores tinto y blanco, con placas de circulación de Texas, Estados Unidos, y una Jeep, en color negro.
Los testigos del atentado de inmediato reportaron el hecho a los servicios de emergencia, por lo que al restaurante acudieron oficiales de las Policías Municipal y Estatal, además de paramédicos, que revisaron al contratista fresnillense y confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
El restaurante fue resguardado y de inmediato se desplegó el operativo de búsqueda de los responsables, al que se unió el helicóptero Fuerza 1 de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Agentes de la Policía de Investigación Criminal arribaron al restaurante para comenzar las indagatorias, entrevistando a los acompañantes de Óscar Octavio para conocer su versión de los hechos así como de todas las personas que se hallaban en el interior del negocio al momento del ataque.
También fueron interrogados los valet parking para conocer las características de los vehículos en que viajaban los sicarios.
Tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad pudieron observar el desarrollo del homicidio.
Elementos de la Dirección General de Investigación Pericial igualmente se presentaron en el restaurante para procesar el escenario de los hechos, recolectar todos los indicios y trasladar el cuerpo del abatido al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.
Posteriormente, al filo de las 18:00 horas, policías municipales encontraron abandonada la camioneta GMC en que huyeron los involucrados en los hechos, en la calle Guadalupe, en el barrio del mismo nombre y afuera del templo.
Los elementos acordonaron la zona hasta que llegaron los agentes ministeriales y los elementos de Servicios Periciales para la recolección de huellas y su aseguramiento.