México, 5 jun (EFE).- El empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien acaba de adquirir el club Roda JC de la segunda división del fútbol de Holanda, es un hombre de fútbol desde comienzos del siglo XXI cuando se hizo representante de jugadores profesionales.
Fundador en el año 2001 de la empresa Iconstar, agencia de promoción de deportistas y celebridades, el hombre de negocios de 51 años fue el primer representante de Claudio Suárez, el jugador con más apariciones en la selección mexicana, y luego fue agente del portero mundialista Oswaldo Sánchez y de más de medio centenar de futbolistas, la mayoría compatriotas suyos.
Graduado por la Universidad Panamericana, hizo una maestría en Negocios Internacionales en la Thunderbird School of Global Management de Arizona, Estados Unidos, y también se involucró en el mundo artístico en organización de eventos culturales con leyendas como el tenor italiano Luciano Pavarotti y el cantante británico Elton John.
Hace año y medio, el mexicano compró el Real Murcia de la segunda división de España y debió renunciar a su condición de representante porque la FIFA prohíbe que un agente pueda ser propietario de un equipo.
En este momento está involucrado en una batalla judicial para que se le reconozca como accionista mayoritario del club español, que acaba de fichar al entrenador Adrián Hernández.
Mientras camina su relación con el conjunto español, el mexicano se ha lanzado al ruedo en Holanda. Después de echar el ojo al Roda JC Kerkrade, que hace algún tiempo pasa por problemas económicos, el empresario se ha convertido en su máximo accionista en sustitución de Frits Schrouff, según anunció el martes el club.
El Roda fue fundado en 1962 tras la unión de los clubes Roda Sport y Rapid JC, y en 1995 se clasificó a la antigua Copa UEFA (hoy Liga Europa), pero anda de capa caída por la falta de liquidez.
García de la Vega, con experiencia en el Banco Santander, tratará de reconstruir el equipo con la idea inicial de estabilizar su situación en el fútbol profesional de los Países Bajos, y después hacerlo protagonista en el país y Europa.
El empresario vivió hace unos meses un episodio desagradable al enredarse en un pleito con más de una decena de sus futbolistas representados, a quienes les reclamó que dejaron de pagarle su salario, y recibió como respuesta que él incumplió algunos de los acuerdos.
Pleitos aparte, con el anunció por parte del Roda que García se hizo con el 80 por ciento de las acciones del club, el empresario mexicano iniciará una nueva etapa en la que deberá confirmar su experiencia como hombre de fútbol, y sobre todo de negocios, porque antes de sobresalir por sus triunfos el equipo deberá quedar limpio de sus deudas.
De momento, el empresario ha sacado el lado sentimental de los hinchas al destacar su entrega y calidez, aunque prometió compromiso para levantar paso a paso a un club que busca empezar desde abajo con la idea, a mediano plazo, de ascender a la primera división holandesa (Eredivisie) y disputar competiciones europeas.