México, 29 ene (EFE).- Empresarios agroalimentarios anunciaron este miércoles que combatirán de forma legal la nueva norma del Gobierno mexicano sobre etiquetados de advertencia frontal de alimentos y bebidas al considerar que afectaría 42.000 toneladas de producción al año.
La nueva Norma Oficial Mexicana 051, aún sin fecha oficial de inicio, afectaría sobre todo al trigo, maíz, hortalizas, frutas y la caña de azúcar, además de poner en riesgo al campo, que ya arrastra una merma del 30 %, denunció en rueda de prensa el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega.
«Nos preocupa al sector agroalimentario que la parte formal de la economía, que está en las tiendas principalmente, que abastece a los centros urbanos, pues vaya a tener una satanización de los alimentos», argumentó De la Vega, quien anunció que analizan medidas jurídicas aunque siguen dispuestos al diálogo.
El nuevo etiquetado es resultado de una reforma a la Ley General de Salud, aprobada por el Congreso en octubre pasado, que busca advertir con octágonos negros sobre exceso de grasas, azúcares y calorías, entre otros nutrientes, en la parte frontal de los alimentos.
Los legisladores, con el aval de expertos y activistas, diseñaron la reforma para combatir el sobrepeso en México, un problema de salud que le cuesta al país el 5,3 % del Producto Interno Bruto (PIB) al afectar a tres de cada cuatro mexicanos, como informó este enero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El líder del CNA afirmó que no están en contra de información para los consumidores, pero señaló que las reglas tal como se pretenden aprobarse afectarían a uno de los sectores que lideran el comercio internacional del país, con exportaciones que alcanzaron un valor de 37.000 millones de dólares el año pasado.
«Se nos vienen problemas con nuestros socios comerciales. Se nos vienen problemas aquí en México, y lo que le decimos a nuestros gobiernos es que queremos crecer, que queremos llevar buenas relaciones con nuestros socios comerciales, reglas claras, certeza normativa», apuntó De la Vega.
El 75 % de las 230.000 toneladas que el sector produce al año se destina al procesamiento de alimentos, lo equivale a 171.000 toneladas, detalló De la Vega, quien estima que la cuarta parte de esa cantidad resultaría afectada por el nuevo etiquetado.
Además, al sector le costaría 6.000 millones de pesos (unos 321,14 millones de dólares) cambiar el etiquetado de los productos, mencionó Alejandro Magalón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca).
El empresario mostró preocupación porque el consumo de estos productos cayó entre 25 % y 30% en Chile cuando se implementó una medida similar, que en Latinoamérica también está presente en Uruguay y Perú.
El líder de la Canainca también informó que 3.000 productos han reducido su contenido calórico en sus últimos años, una innovación que esta medida, según él, podría desincentivar.
Por otro lado, Carlos Salazar, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que ellos han propuesto al Gobierno mexicano para implementar un programa nacional de actividad física, incentivos para los productos que innoven en nutrición y el diseño de un programa integral de salud.
«Desgraciadamente, nuestras sugerencias no fueron escuchadas. Lo increíble es que de todas las que presentamos ninguna fue aceptada por la autoridad», manifestó el líder del sector privado.
Por estos productos, los industriales aportan 125.000 millones de pesos (6.688 millones de dólares) en la recaudación del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), que podría aprovecharse para combatir el sobrepeso, señaló Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).