Madrid, 1 jul (EFE).- El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) mexicano, Carlos Salazar, ha pedido al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador mensajes «más precisos, más exactos y más claros» para que las inversiones, tanto de empresas mexicanas como extranjeras, vuelvan a fluir en el país.
En una entrevista con Efe con motivo de una visita a Madrid, Salazar ha señalado el desplome de la inversión privada, con una caída del 5,9 % hasta mayo, como el principal problema de la economía mexicana desde la llegada al Gobierno de López Obrador, del que valora la lucha contra la corrupción, la prioridad a los programas sociales y la austeridad en el gasto público.
«La inversión privada se ha desplomado porque han faltado señales claras (.) el agente económico sigue desconfiado», advierte Salazar, para quién contar con un marco propicio para la inversión es la pieza clave para que México crezca y pueda resolver sus problemas sociales.
«Se necesita que el agente económico lea certeza y certidumbre, congruencia con las cosas que se hacen», insiste Salazar, que pone como ejemplo que, un día después de las empresas mexicanas anunciaran un plan para invertir 32.000 millones de dólares este año en el país, el Gobierno comunicó que se cancelaban siete licitaciones para pozos petroleros.
Salazar también ha explicado que en una reciente reunión con la secretaria de Estado de Energía, Norma Rocío Nahle -en la que estuvieron presentes empresas españolas como Repsol- ésta les transmitió que el país quiere apoyarse en la inversión privada.
«Esos mensajes contradictorios de cancelar (licencias) y luego decir que quieren inversión necesitan aclararse muy bien», subraya Salazar.
Hace unos días también se abrió la polémica a raíz de las declaraciones del presidente López Obrador, de acusar a Repsol de lucrase a costa de licitaciones otorgadas por el Gobierno mexicano en 2003.
Para Salazar las relaciones económicas entre España y México gozan de buena salud y van a seguir creciendo, ya que ambos países «se sienten muy cómodos».
«Nos es natural», añade Salazar, que pide a España y sus empresas que pongan sus ojos más en Iberoamérica de lo que lo ha puesto tradicionalmente.
En cuanto a la dependencia de las exportaciones de México de EE.UU., el 80 % de sus ventas van a este mercado, Salazar reconoce que sería bueno diversificar incrementando las europeas y asiáticas pero sin olvidar la ventaja que ha supuesto tener cerca un mercado así.
«Es un motor de crecimiento que cualquier economía quisiera tener», afirma Salazar, que recuerda que las exportaciones manufactureras de México son superiores a las de todos los países de América Latina juntos.
Y sobre los problemas migratorios, Salazar cree que se «hizo lo que se tenía que hacer» y que la mejor forma de respetar los derechos humanos es «organizar la migración».
«México no había cuidado nunca su frontera del sur, no es un problema de los últimos seis meses, esto nos va a obligar a tener que cuidar esta frontera pero también a Guatemala y a El Salvador», subraya Salazar, que no cree que esta situación dañe los planes de inversión en el país.
Nuria Cano