México, 4 jun (EFE).- Las empresas mexicanas del aluminio, que mueven unos 15.000 millones de dólares al año, han comenzado a reactivarse esta semana para apoyar a sus clientes esenciales de los sectores automotriz, alimentación y medicina, en medio de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2.
«La industria automotriz no se entendería sin el aluminio, ni la industria de las bebidas -refrescos y cervezas-, o la aeronáutica. E incluso la industria médica», explicó a Efe el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Aluminio (Canalum), Ramón Beltrán.
Para cumplir con esos servicios, el sector inició una reactivación que se prevé «lenta», sobre todo por el carácter exportador de esta industria y de México a Estados Unidos, un país que «ha perdido un 40 % de su producción», aseguró Beltrán.
«Va a ser lento. Por más ganas que pongamos como mexicanos, que siempre nos hemos distinguido por ser echados para adelante, por trabajar arduamente (…) aún con eso va a ser difícil», indicó el titular de Canalum.
El aluminio contribuye con un 0,8 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México y, según su cámara nacional, que forma parte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), genera 200.000 empleos directos y 1 millón de indirectos.
Tras el cierre de las empresas del sector del aluminio, al no haber sido considerado esencial, se han sufrido graves consecuencias, reconoció Beltrán, aunque prefirió poner su foco en los trabajadores y en la unidad entre Gobiernos y empresarios.
«Si el Gobierno de México quiere crear dos millones de empleos, nosotros como empresarios estamos aquí listos para contribuir con un empleo más», dijo en tono conciliador.
En el corto plazo, la industria ve como una «gran oportunidad» el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que tanto la guerra comercial entre Estados Unidos y China como la devaluación del peso mexicano pueden mejorar el posicionamiento de los productos mexicanos.
La industria mexicana del aluminio exportó en 2018 420.000 toneladas a Estados Unidos.
PROTOCOLOS CLAROS
La reactivación del aluminio, según Canalum, se está llevando a cabo cumpliendo estrictas de medidas de seguridad establecidas «mucho antes de que se generaran protocolos por de las secretarias de salud, Trabajo o del mismo Instituto Mexicano del Seguro Social», según Beltrán.
«Hay una persona encargada del protocolo. Esos son hechos reales de cómo las empresas se van adaptando», aseveró Beltrán en la planta de Ciudad de México de Extral, una de las compañías asociadas.
Los industriales del aluminio, explicó su presidente, han ofrecido a sus trabajadores, entre otras, apoyo psicológico, consejos en alimentación o medidas para aliviar las horas pico y así evitar aglomeraciones y contagios.