Muchas cosas preocupan y ocupan alrededor de la pandemia de Covid a nivel mundial, y si algo hemos visto a través de este tiempo en que ha azotado la enfermedad en todo el mundo es la desesperación por conseguir oxígeno.
En Aguascalientes crisis y desabasto como tal no ha habido, afortunadamente, pero sí una alta demanda que ha obligado a familiares de pacientes con Covid a hacer largas filas para conseguir el suministro tan necesario en estos tiempos.
Pero dicen que sobre advertencia no hay engaño, por lo que se deben tomar las previsiones posibles, sobre todo en hospitales, para abastecerse del vital gas, pues en las plantas donde se procesa este elemento químico advirtieron a los comercializadores que desde esta fecha y hasta el 5 de septiembre habrá un paro técnico para dar mantenimiento a sus equipos, por lo que si bien no se acabará el suministro, sí se tendrá una importante merma.
Esto que sucede a nivel local por supuesto que afectará la venta de oxígeno, y para esta enfermedad su uso es indispensable en la gran mayoría de los casos, pues dicen quienes la han sufrido que uno de los peores síntomas es la falta de oxígeno, cuando se siente que el aire no alcanza a los pulmones y con ello llega la desesperación y, si no se logra neutralizar al virus, eventualmente aparece la muerte.
Además, no sólo se usa para el Covid, lo utilizan pacientes crónicos de enfermedades respiratorias y pulmonares como asma, enfisema, cáncer, etc., lo que viene a poner más presión a las empresas que comercializan este producto médico.
Y peor se ve el escenario a nivel nacional, pues aseguran que los principales proveedores de oxígeno líquido han sembrado miedo y desinformación para supuestamente convencer a los hospitales de cambiar a suministros más baratos, lo que no afectaría a los grandes hospitales, sobre todo del sector privado, que ante la demanda han construido sus propias plantas generadoras de oxígeno.
No debemos olvidar lo que se vivió al final de la segunda ola de Covid, en la que la gente buscaba con desesperación tanques de oxígeno y concentradores, pues era tal la demanda que los hospitales no se daban abasto, además de que muchos pacientes son tratados en casa y necesitan, eventualmente, el vital gas.
Estos imponderables no deberían afectar a una sociedad a la que la pandemia agarró prevenida, pero aquí las autoridades federales se pusieron en acción hasta que el problema ya estaba aquí, pues soslayaron todas las medidas preventivas, con las consecuencias ya vistas a través de los meses.
Ojalá que el desabasto de oxígeno no llegue, pues ocurriría en el peor momento posible con esta tercera ola de coronavirus que viene pegando con tubo a todo el país, y Aguascalientes no es la excepción, ya que las cifras no mienten: suben escandalosamente los contagios, con todo lo que ello implica.