La Federación una vez más sorprende, pues hizo el anuncio de que desea federalizar todo el Sistema de Salud del país, lo que en romance quiere decir que pretende tomar el control de instalaciones y personal médico que hoy dependen de los Gobiernos estatales.
Por cierto, a los mandatarios de cada Estado se les hace saber, sutilmente, que la decisión de incorporarse a este plan es a criterio propio, pero que aquellos que no lo hagan es porque tienen “acuerdos” no claros con empresas farmacéuticas.
O sea, por un lado se invita a participar en este megaproyecto que costará un dineral, como todas las grandes obras que pretende hacer el presidente López Obrador, pero por el otro, amaga a los que decidan no hacerlo, y esto, viniendo de la máxima autoridad política del país, suena a claramente a amenaza.
Pero no sólo es el Sector Salud el que está ahora en la mira, sino que también los combustibles, la electricidad, en fin, todo lo que genera altísimos ingresos, lo que colocaría al país en tiempos anteriores, con todos los sectores dependiendo sólo del Gobierno, o sea, ese pasado que tanto critica el jefe del Ejecutivo.
Otro punto de interés, es que la iniciativa privada se siente excluida, fuera de la jugada, y se lo han hecho saber al mandatario, pues obviamente sus intereses se verán afectados, lo que su a vez también preocupa y aleja a los inversionistas, ya que prefieren hacer negocios entre privados que con el Gobierno.
Por ello, no olvidemos que la presente administración está de paso y a López Obrador ya sólo le quedan 3 años en el poder, y aún tiene muchísimos pendientes, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto que inaugurará dentro de unos días, así que por proyectos no queda, pero ya se sabe, si su sucesor es de otro partido, o incluso del mismo, pero no comparte sus ideales, va para atrás todo.
Por lo pronto, las alertas están encendidas, pues así como ha hecho foros para preguntar la opinión de expertos en el tema de las reformas eléctrica y energética, aunque al final no les haga caso, abre la posibilidad de que voces autorizadas opinen de los temas de interés nacional.
Retomando la idea original, faraónico es el proyecto al que se le invertirá un dineral y que dependerá del programa IMSS-Bienestar, donde la carta fuerte de este megaproyecto es que el Presidente promete que ya no habrá escasez de medicamentos, y con esta bandera su idea va a ganar muchos adeptos, pues los Gobiernos estatales le pasarían el problema de controlar sus ingresos, pero sobre todo a la Federación.
Entonces, al final el compromiso presidencial de tomar el control del Sistema de Salud suponemos que no afectará a los privados, pues cada quien es libre de elegir dónde se atiende, y lo que se promete es que toda la atención médica será gratuita, lo que vendría a beneficiar a la población más vulnerable.