Dirigentes sindicales y consejeros del IMSS denunciaron que tan mal están las cosas en el Seguro Social, que por increíble que parezca pero hay casos de trabajadores derechohabientes que tienen hasta un año en espera para entrar a quirófano para que se les practique la cirugía que necesitan para mejorar su estado de salud.
“No se miente cuando se dice que el Seguro Social vive una de sus etapas más complicadas de su historia en Aguascalientes, pues por diferentes motivos ha decaído mucho la calidad de la atención y el servicio en general a los derechohabientes”, manifestó el representante del sector obrero ante el Consejo Consultivo, Alfredo González González.
La obsolescencia de buena parte de los equipos, la falta de insumos y de aparatos o piezas para las cirugías de trauma, entre otros, se ha vuelto crónica de un tiempo a la fecha y eso ha generado que cientos de cirugías de todo tipo se hayan diferido o reprogramado al grado que hay casos de trabajadores que tienen un año o más en espera de ser intervenidos quirúrgicamente, expusieron los consejeros.
La problemática en la operación de las unidades y en los servicios para los derechohabientes del IMSS, según explicaron, se ha complicado porque todo se ha centralizado y eso ha generado que todo se quiera manejar desde oficinas centrales, aunque también ha fallado la gestión de recursos para hacerle frente a las necesidades que se pueden solventar con las compras directas.
“El problema del Seguro Social no se centra en lo que es el enorme e histórico rezago en las cirugías, sino también en el déficit de médicos especialistas que se tiene y que hace que se difieran las citas médicas, así como en el surtimiento irregular de las claves e insumos que maneja el Instituto, por lo que es recurrente el problema con algunas medicinas que requieren los pacientes para sus tratamientos”, indicaron los consejeros del IMSS.
Expusieron que el rezago en las cirugías se complicó más por el caso de las fallas en los elevadores de los hospitales 1 y 3, que es lo que complicó la movilidad de los pacientes programados para los quirófanos, aunque también muchas de las cancelaciones se deben a que no hay los insumos que se necesitan para las cirugías de trauma, por lo que en esas condiciones es muy difícil que los cirujanos se echen el compromiso de realizar las operaciones cuando saben de antemano que los pacientes no quedarán bien.
El rezago en las cirugías y que se estima en más mil, está relacionado también a la obsolescencia de los equipos y en el mismo instrumental, así como con el desabasto de algunos insumos específicos que se emplean en las salas operatorias.