El paciente de 75 años de edad, que fue atacado por una peligrosa araña violinista, salvó su brazo gracias a la prodigiosa atención oportuna que recibió de parte de médicos y demás personal de salud del Hospital General de Zona No. 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El señor Javier “N”, tras el ataque del arácnido, presentaba tejido muerto generalizado en la piel (escara necrótica), inflamación e infecciones avanzadas a otros órganos, lo que obligó a brindarle atención médica urgente y especializada para evitar el agravamiento del problema de por sí delicado por el veneno de la violinista.
Sobre el particular, el doctor Aurelio Gil Ramírez, especialista en Medicina Interna y quien estuvo al frente de la atención del caso, detalló que el paciente se presentó en el servicio de Urgencias con más de 48 horas de evolución, situación que llegó a complicar la atención del caso. Mencionó que “tras el interrogatorio y evidencia de que se trataba de la picadura de una araña violinista, el señor Javier fue ingresado al servicio de Medicina Interna para iniciar el tratamiento con antibióticos, analgésicos y anticoagulantes.
ATENCIÓN OPORTUNA
El especialista sostuvo que, debido a la evolución, características y gravedad de la herida, se buscaron alternativas para evitar una desarticulación de la extremidad (amputación), solicitando además la valoración de la Clínica de Heridas. Allí iniciaron un tratamiento especializado y trabajamos de la mano para salvar el brazo”.
Al respecto, el enfermero Juan Martín González Richarte, encargado de dicha clínica, detalló que en primera instancia se protegió el tejido blando (músculos, grasa, vasos sanguíneos, nervios y tendones) del paciente con la colocación de un medicamento de vanguardia y alta eficacia.
Se programaron curaciones y aseos de la herida, permitiendo la regeneración del tejido muerto: “posteriormente fue ingresado a cirugía para retirar la costra y preparar el lecho de la herida como parte del tratamiento para el proceso de cicatrización”, precisó.
TRABAJO METICULOSO ESPECIALIZADO
González Richarte aseguró que, una vez que la zona afectada se limpió por completo, iniciaron curaciones cada siete días durante cinco meses en los que se colocó injerto biológico de células que permiten la regeneración de la piel.
“Luego de casi medio año de intervenciones, curaciones, consultas y seguimiento, concluyó el tratamiento, cuyo resultado y nivel de mejoría hizo posible iniciar sesiones de terapia física en el área de rehabilitación del mismo hospital. Ahí, el paciente recuperó fuerza, movilidad y funcionalidad tanto del brazo como de la mano”, puntualizó.
El especialista en salud señaló que, para prevenir y disminuir el riesgo de picadura de la araña violinista es necesario mantener limpios los espacios con poca luz, cerrados y sin ventilación, evitar acumulación de cajas, madera y objetos, revisar y reparar grietas en paredes, así como sacudir ropa y zapatos antes de usarlos, entre otras recomendaciones.
En su oportunidad, el señor Javier “N” expresó: “Estoy muy agradecido con los médicos, con el enfermero Martín y con todas las personas que hicieron el esfuerzo para salvarme el brazo. Esta es una experiencia que nunca pensamos que nos pasaría. Ahora puedo seguir con mi vida al lado de mi esposa, mis hijos y mis nietos. Muchas gracias al Seguro Social por todo”.