Se sigue viviendo una problemática muy fuerte con los migrantes que llegan al Estado, pues al no haber un refugio para ellos deben vivir en casas abandonadas, quedarse en la calle y pasar fuertes penurias y peligros, dijo el activista Antonio Maya, quien destacó que los migrantes prácticamente están a la deriva.
Desde que se clausuró su refugio por parte de las autoridades sanitarias, desconoce del todo la manera en la que se las arreglan las personas que pasan en busca del sueño americano, pero lo que sí queda claro es que no tienen refugios seguros y que somos parte de las rutas por las que transitan las caravanas y también de la crisis humanitaria de los migrantes de toda América Latina y otras naciones, como Haití y Cuba, quienes padecen por falta de lugares a dónde llegar y permanecer para atender sus necesidades básicas.
Agregó que algunos se quedan a vivir y cuando tienen conocimientos, entran a trabajar en farmacias similares, dando clases y preparando comidas, entre otros oficios que desempeñan quienes vienen de otros países y trabajan temporalmente para poder partir y alcanzar el sueño americano, mientras que otros se quedan a vivir aquí y logran conseguir empleos para poder sustentar sus necesidades y enviar remesas a sus países.
En lo tocante al albergue que se manejó por parte del Gobierno del Estado, por el momento no se ha recibido noticias de la obra y por otra parte, muchos migrantes que se van de Aguascalientes no recurren al Instituto del Migrante Aguascalentense, sino que pagan a coyotes que les cobran grandes cantidades por pasarlos a Estados Unidos, en medio de muchos peligros.
Por el momento se tienen noticias de que hay casas de renta que albergan a cubanos en Jesús María, dado que desde que fue cerrado el refugio para migrantes del activista, no hay un lugar para que lleguen estas personas, por lo cual algunas pernoctan en la calle y prosiguen su viaje caminando.
Por otro lado, los migrantes cubanos reciben apoyo de sus comunidades en Estados Unidos y rentan casas en Jesús María, pero otros no tienen esa suerte y deben continuar su camino expuestos a miles de peligros.