México, 14 ago (EFE).- El célebre actor mexicano Héctor Bonilla dijo este miércoles que ve en el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, «una bondad férrea y una honradez a prueba de todo», en la conferencia tras un homenaje de reconocimiento a su trayectoria.
Bonilla (1939, Ciudad de México) fue el protagonista de una gala organizada por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes en la que amigos, familiares y compañeros de profesión le dedicaron palabras de admiración y cariño a este actor especializado en teatro que cuenta a sus espaldas con más de 140 puestas en escena.
«Yo no soy incondicional de nadie y he decidido ser un ciudadano», explicó en relación a las veces que rechazó propuestas para entrar en la vida política de México, pero añadió que es «temprano para evaluar la gestión de Andrés Manuel (López Obrador)» y que este debe «hacerle caso a los expertos y pensar que hay que hacer lo que se debe hacer dentro de lo que se pueda».
Bonilla es uno de los actores más relevantes del panorama actual mexicano, pero, no solo eso, sino que también ha sido director, escenógrafo e incluso músico y dentro de la interpretación ha hecho películas o telenovelas pero su pasión siempre ha sido el teatro.
«Si somos estrictos la única escuela de actuación real que existe es el teatro. Si tienes dos meses de ensayo y luego el tiempo que dura la representación, cada vez lo harás mejor. Pero en el cine… ¿15 tomas? Eso no es nada», explicó Bonilla.
Algunos de sus compañeros como Damián Alcázar o Patricio Castillo conversaron durante el evento con los hijos del actor y recordaron anécdotas de los más de 50 años de profesión del artista que, a pesar de sus 80 años de edad, sigue en activo.
El reconocimiento «Trayectorias Notables de las Bellas Artes de México» es la culminación a una carrera en la que ya llegaron 11 Premios Ariel de la Academia de las Artes Cinematográficas de Mexico, entre ellos el de Oro, que se entrega a artistas de gran bagaje y que recibió justamente este año.
Sin embargo, Bonilla aseguró a Efe que, para él, los premios que le han dado mayor satisfacción han sido los «no promocionados».
«He tenido la enorme satisfacción de que autores de obras me hayan dicho que en ese papel yo era el que mejor lo había hecho», sentenció.
Preguntado por el aporte que ha hecho al teatro en México, Bonilla dijo que es «muy pequeño» y destacó la relevancia de que se continúe el proyecto que el dejó a medias, «Museo Vivo», basado en llevar a cabo representaciones de hechos históricos en los lugares donde realmente ocurrieron.
Bonilla tiene todavía muchas ganas de seguir trabajando y demostró una vez más en esta ocasión, un gran sentido del humor, y un profundo conocimiento no solo acerca del teatro, su profesión, sino también de la historia, de su país e incluso de la vida.
Al final de la gala el actor recitó un texto en el que dejó ver el humor sobre las precariedades de la profesión, sobre los aspectos más emocionantes de la vida, la familia, la senectud e incluso la muerte.
«Se acabó la función, no estén chingando (molestando). El que me vio me vio, no queda nada», terminó.