Amin Efrén Espinoza Serafín y Natalia Vianney Díaz Ávila consagraron su amor en el templo de San Antonio de Padua, al recibir la bendición nupcial.
Al pie del altar principal la novia fue entregada a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios que tenían destinados para ellos y con atención escucharon la misa en su honor.
El sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, preguntando a Amin Efrén y a Natalia Vianney si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.
Al término de la misa, los recién casados abandonaron el sacro recinto mientras las notas de la “Marcha nupcial” se dejaban escuchar.