Pablo Monsiváis Martínez y Yazmín Vázquez Cruz decidieron unir sus vidas por medio del séptimo Sacramento de la Ley de Dios.
Su boda se desarrolló en la Iglesia Catedral de Aguascalientes, la cual se vio concurrida por los familiares y amigos de los contrayentes.
Luego, el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a Pablo y Yazmín si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde la bendición nupcial.