GUADALAJARA, Jal., octubre 26 (EL UNIVERSAL).- Hechos como el tiroteo en la plaza Landmark, donde murió una persona y seis resultaron heridas, o el asesinato del jefe de gabinete de Puerto Vallarta, Salvador Llamas, en la colonia Providencia de Guadalajara se deben a reacomodos al interior del Cártel de Jalisco Nueva Generación y no a un problema de seguridad pública, señaló el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
«Sabemos que estos eventos que buscan, insisto, generar ruido, por eso son en estos lugares de alta repercusión en términos mediáticos y de opinión pública, tienen que ver con reacomodos internos de grupos criminales», indicó. El mandatario informó que con la información que ha brindado el Centro Nacional de Inteligencia se están afinando las estrategias para evitar sucesos similares.
Alfaro dijo que la información recabada hasta ahora indica que no se trata de una disputa entre cárteles por el control del territorio, sino de «asuntos internos del principal grupo delictivo que opera aquí en Jalisco». Reveló que siempre hay amenazas contra funcionarios pero no se puede mandar un mensaje de miedo: «estamos firmes, comprometidos, lo que sucede en nuestra ciudad nos lastima, a mí me duele mucho, soy tapatío y jalisciense antes que gobernador; el día de los eventos de Providencia mi hija estaba a media cuadra, mi hija de cuatro años, comparto la indignación pero creo que también es importante entender que no es un problema de seguridad pública».
Según él, la seguridad pública en el estado ha mejorado y estos son hechos de otra índole, pues buscan intimidar, desestabilizar al estado y generar presión al interior de los grupos criminales como parte de sus procesos de reacomodo.