México, 27 ago (EFE).- El entrenador del Veracruz, Enrique Meza renunció hoy como entrenador de los Tiburones de Veracruz del fútbol mexicano tras expresar su amargura por el pésimo paso del equipo, último lugar del torneo Apertura 2019.
«Voy a hablar con el señor Kuri (el presidente del equipo Fidel Kuri) para dar un paso al costado porque Veracruz no merece estar sufriendo lo que está sufriendo; me encuentro apenado y no es culpa de los jugadores porque yo los elegí y ahora no he sabido hacerlo jugar», lamentó un apesadumbrado Meza en una rueda de prensa tras la goleada 0-5 sufrida ante el Querétaro.
Este martes, en el inicio de la séptima jornada del Apertura, el Querétaro tocó fondo al recibir cinco goles en su estadio ante un rival que no debió acelerar mucho para darle un baile a los «escualos», con una defensa descolocada.
El marfileño Ake Loba, dos veces, y los mexicanos Marcel Ruiz, Paolo Irizar y Jesús Alonso Escoboza convirtieron con la complicidad de la zaga y confirmaron la crisis del equipo con un empate y cinco derrotas, entre ellas un 7-0 en casa del Necaxa en la segunda jornada y el 0-5 de hoy.
«Soy un tipo de gente que quiere que sus equipos jueguen bien, no bonito, y no lo estamos haciendo; se abren unos espacios grandes y los contragolpes nos generan problemas», explicó al referirse a una de las causas del mal paso del conjunto.
Veracruz había mostrado un fútbol aceptable en su estadio donde empató con Pachuca, perdió 1-2 ante Atlas en un partido parejo que perdió a última hora y cayó por el mismo margen ante San Luis con un gol en contra a dos minutos del final. Hoy la historia fue diferente, lo cual descolocó a Meza, uno de los entrenadores más prestigiosos de México con cuatro campeonatos de liga, tres con el Toluca y uno con Pachuca.
«Ya llovió, ya tengo 71 años y los viajes me cansan. Amo el fútbol, pero quizás me aleje», concluyó Meza como manera de insinuar su retiro del fútbol después de 53 años como jugador y estratega.
Los Tiburones llevan 33 partidos sin ganar lo cual significa un récord mundial en Primera división, peor que los 32 encuentros sin triunfos del Derby County de la Liga Premier en la temporada 2007-2008.