Chicago (IL), 24 ago (EFE News).- Un equipo de científicos de la Universidad Northwestern de Chicago encabezado por la física mexicana Mónica Olvera de la Cruz asegura que el COVID-19 es vulnerable y que han descubierto el «talón de Aquiles» que podría acabar con este coronavirus que causa estragos en el mundo.
La científica explica en entrevista con Efe que su equipo trabaja en la elaboración de una molécula que bloquea la interacción del virus con el cuerpo humano e inhibe la infección, lo que podría tener «un impacto tan grande» como la ansiada vacuna.
A pesar de lo promisorio de su investigación, advierte que «todavía estamos lejos de la cura».
Olvera de la Cruz, que estudió física en México y se doctoró en la Universidad de Cambridge, llegó a Northwestern en 1986, donde dirige el Departamento de Ciencias de Materiales e Ingeniería.
De los 23 integrantes de su equipo, 4 se han dedicado al coronavirus y mediante diseños y simulaciones a nivel nanométrico descubrieron el punto donde el COVID-19 se une con las células humanas.
Según la descripción publicada este mes en la revista científica ACS Nano, la proteína espiga que está en la superficie viral, es la única responsable de la entrada en las células huésped y posibilita que el SARS-CoV-2 ingrese e infecte a las personas.
Si concluyen con éxito su investigación se daría un paso adelante en el combate al coronavirus, que según datos de la Universidad Johns Hopkins, ha contagiado a más de 23 millones de personas, de las cuales más de 800.000 han fallecido.
Mediante simulaciones a nivel nanométrico, los investigadores encontraron el sitio de «escisión polibásico del virus», que tiene carga positiva y permite que exista una fuerte unión entre la proteína del virus con las células humanas, que se encuentran cargadas negativamente.
«En las células humanas, el receptor del virus es una enzima que se encuentra en las células epiteliales nasales faríngeas, que es el primer contacto con el virus. También en las células del riñón, corazón, cerebro y células de los conductores de aire más bajos, y gastrointestinales, lo que facilita la falla de órganos humanos por la infección», agrega.
«El punto polibásico se encuentra a 10 nanómetros de los receptores que funcionan como huéspedes», escribió en la revista el profesor Baofu Qiao, integrante del equipo.
«No esperábamos ver interacciones electrostáticas a 10 nanómetros. En condiciones fisiológicas, todas las interacciones electrostáticas ya no ocurren a distancias superiores a 1 nanómetro», agregó.
A raíz del hallazgo, los científicos trabajan ahora en el diseño de una molécula con carga negativa que habría de unirse con el punto de escisión positivo, y al bloquear esta unión se impediría que el virus se una a las células de las personas.
El próximo paso será transformar estos descubrimientos en un fármaco que se pueda usar en el tratamiento del COVID-19 y de otras infecciones.
El combate de la pandemia ha movilizado a científicos de todo el mundo que trabajan en diferentes frentes, entre ellos la elaboración de una vacuna, que sería el primer paso para inmunizar a la población.
Según Olvera de la Cruz, «la vacuna es una protección y la gente no debería tenerle miedo», aunque todavía no se sabe cuál tipo de inmunidad dará y si va a ser eficaz ante las diferentes mutaciones del coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud dijo que todas las posibles vacunas deben completar las fases de ensayo antes de ser distribuidas. Los expertos han advertido que si no cumplen con los protocolos pueden provocar un impacto negativo en la salud y crear una falsa sensación de seguridad o socavar la confianza en las vacunas.
«El virus va a seguir existiendo», dijo la científica, pero para que deje de propagarse será necesario obtener una cantidad crítica de gente inmunizada, que en otros casos como la polio fue del 70 % de la población.
Igualmente, la vacunación mundial contra el coronavirus no significará que se pueda dejar de usar de inmediato las mascarillas o acabar con el distanciamiento social, elementos en su opinión son «esenciales» y que tienen una eficacia probada y sin «discusión».