Aguascalientes.- La disponibilidad de un número suficiente de camas con ventilador en los hospitales públicos no asegura una mejora en el pronóstico de los pacientes graves con Covid, por lo que es conveniente que la población no se confíe pensando que la coloración amarilla del semáforo reduce el riesgo de los contagios y la peligrosidad de los ataques de los virus, advirtió el doctor Francisco Márquez Díaz.
El médico especialista en Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas aseveró que más allá de la cantidad de camas con ventilador que se pudieran tener disponibles en los hospitales, existe preocupación sobre la calidad de la atención, debido a una serie de factores como el agotamiento mismo del personal que está en la primera línea de combate, como por la alta tasa de mortalidad de los pacientes intubados.
La gente debe entender que se esté en color amarillo, naranja, rojo o cualquier otro, el riesgo de los contagios sigue siendo alto debido a que se trata de una pandemia, y más que nada de un problema de salud emergente que sigue siendo desconocido por los mismos médicos, por lo que lo mejor es no relajar las medidas de protección personal y entre la población, así como reforzar la estrategia en las unidades de atención a los pacientes infectados.
El desconocimiento que se sigue teniendo acerca de la enfermedad contagiosa es lo que la vuelve aún más peligrosa y lo que ha provocado que muchas personas fallezcan, pues de hecho se sabe que México registra en la actualidad una de las tasas de mortalidad hospitalaria más alta en el caso específico de los pacientes atendidos en las áreas de terapia intensiva y que necesitan del apoyo de un ventilador mecánico.
Aunque las autoridades sanitarias del país han insistido en que la respuesta a la pandemia ha sido satisfactoria, porque el sistema de salud no se ha visto rebasado y porque se dispone de un número suficiente de camas con ventilador, se debe tomar en cuenta que el hecho de que se tenga un número alto de camas de terapia intensiva no garantiza ni la oportunidad en la atención y tampoco una mejora en el pronóstico de los pacientes con Covid-19.