CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Desde 1902 a 2022 han ocurrido cerca de 35 sucesos relacionados con violencia en el futbol y que terminaron en tragedias mortales de acuerdo con el foro «Futbforol, pasión y violencia. Reflexiones desde las ciencias sociales», organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco- Carlos Tomada, embajador de Argentina en México, señaló que en los últimos 40 años la violencia en este deporte ha provocado la muerte de más de 200 personas tan solo en Argentina en episodios que presentan tres características: la confrontación entre hinchas, los enfrentamientos al interior de las llamadas barras bravas vinculadas con otros intereses no deportivos y la intervención de las fuerzas de seguridad a veces como victimarios, explica la UAM por medio de un comunicado.
«El asunto requiere una mirada más amplia con enfoque del contexto social, porque se tiende a simplificar las posiciones y es un fenómeno complejo que atraviesa a sociedades, tanto desarrolladas como menos desarrolladas, por lo tanto, las soluciones deben ser mucho más diversas de las que conocemos; lo que no puede justificarse es la violencia en nombre de una pasión», indicó el embajador argentino.
Por su parte, Jean-Pierre Asvazadourian, embajador de Francia en México, dijo que el balompié no es sólo un ejercicio corporal, sino que se define como un hecho social total que involucra aspectos económicos, sociales, culturales, políticos, jurídicos, morales y psicológicos en la vida colectiva e individual, precisa el mensaje.
«Es un deporte que no conoce fronteras y que de manera paradójica representa una reafirmación de nuestra identidad y pertenencia a un barrio, ciudad o país; no es casualidad que autores reconocidos y distintos hablen de éste como paradigma de investigación».
En el caso de México, uno de los acontecimientos más recientes que puso a discusión el tema de la violencia en los estadios fue lo ocurrido el pasado 5 de marzo en el estadio La Corregidora durante un encuentro donde los Gallos Blancos del Querétaro recibieron al Atlas de Guadalajara.
El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), comentó la necesidad de «reconocer y valorar las fortalezas de la academia en los diferentes campos del conocimiento para aprovecharlas y potenciarlas implica promover un trabajo colaborativo inter, multi y transdisciplinario en torno a temáticas prioritarias y sobre todo con un espíritu de apertura que es fiel reflejo de nuestro lema Casa abierta al tiempo».
Durante dicho foro, los panelistas reconocieron la parte positiva del futbol como medio de socialización, fundamental en términos de la reconstitución del tejido social, en un momento en que se sale de una pandemia terrible después de más de dos años de permanecer en un cierto confinamiento.
El doctor Francisco Javier Soria López, rector Unidad Xochimilco, enfatizó que ese deporte no se limita a una actividad lúdica, ya que tiene dimensiones económicas, comerciales, aspiracionales, mediáticas y sociales que «reflejan en mayor o menor medida lo que somos, cómo nos relacionamos y cómo reaccionamos como individuos y como colectividad».
La Universidad es uno de muchos espacios donde esta problemática puede y debe ser abordada y analizada «para intentar ampliar nuestro entendimiento como sociedad de este tipo de comportamientos y reflexionar si es posible ofrecer alternativas para atender o guiar acciones concretas que ayuden a combatir las violencias desde el deporte; por ello, celebro la organización de este foro y en especial que se haga en la UAM para que como universidad pública podamos contribuir a la solución de problemas socialmente relevantes como éste», indicó Soria López.
La doctora María Magdalena Trujano Ruiz, investigadora del Departamento de Sociología de la Unidad Azcapotzalco de la UAM, explicó que la violencia misma es parte del proceso de socialización y de las relaciones culturales, y es en el futbol, donde se generan mayores condiciones generalizadas de este tipo, empezando por el lugar donde se realiza el partido, pues hay regiones que son consideradas de gente más combativa, lo cual propicia ya una tensión.
«El segundo elemento fundamental es la trayectoria de los dos contendientes rivales, pues hay situaciones de rencilla que se consideran como clásicos explosivos de violencia, inclusive se tiene una categoría desde la Seguridad Pública que les llaman de alta peligrosidad y en éstos es muy fácil que se dé el conflicto en los diferentes niveles entre jugadores, porras o barras».
Trujano Ruiz profundizó en la necesidad de realizar investigaciones sobre la afición, jugadores, directivos además de quienes están coordinando un estadio, éstos son por lo general empresarios que tienen intereses y relaciones con los gobiernos estatales, locales y en función de esto se da cierta permisividad.